viernes, junio 01, 2007


Lo mejor de por estas tierras, es eso, venderlas.
Como en todo el mundo el negocio de las bienes raíces, uno de los negocios más remunerables y rentables.
Yo me pregunto ¿y quien se las vendió a un posible Adán y su compañera Eva? Quien los hace propietarios de algo que por sabido no es realmente de nadie y absolutamente de todos. Si las fronteras son parte de la imaginación del hombre en su afán de organizar algo que no tiene para que serlo.
Los precios son muy altos dependiendo de donde compres y la manutención he impuestos que pagas y pagas que no tiene fin, por algo que por ende le pertenece a todos. Pero hacer de un pedazo de terreno tu propiedad, te mantiene en la ilusión de un por venir o de un patrimonio, donde muchas de las veces vendes tu alma y con ello tu tiempo de vida en pagar el precio de la tierra, tierra que hay por todos lados.
Que bueno que aun no pueden ponerle precio al viento por que si no tendría que pagar mi porción y hacer de esto un por venir y mi patrimonio de aire para mis hijos.
Que bueno que aun no pueden venderme una hora de una puesta de sol, si no me imagino los cargos que esto tendría en mi cuenta mensual.
Que bueno que aun no se organizan para venderme una lluvia de estrellas o una tarde en el mar, ya me imagino las colas que tendría que hacer para conseguir un crédito a pagar en cómodas mensualidades en 20 o 30 años.
Que bueno que aun no soy tan estupido para pagar un pedazo de tierra de nadie y de todos y donde aunque no lo creas ya hay gente con titulo de propiedades en Marte y en la luna.
Ya me imagino a las ardillas organizándose para comprar un agujero en una unidad de árboles habitacionales.
O me imagino a las águilas pagando su cuota mensual de liebres o X presa para pagar el arrendamiento de su nido en las montañas.
Que bueno que no soy tan estupido como para no saber que soy perecedero y que en algunos siglos no quedara ni rastros de que habitamos este planeta.
Que bueno que puedo vivir a la gracia de la vida y mi casa esta en mi corazón, realmente que bueno.

Armando vega en algún lugar del mundo 2007

Me perdí en el aeropuerto de Londres y por un momento las palabras no me fueron suficientes para encontrarme. Me perdí entre tanta gente que s e dirige, que camina con seguridad a un destino que no se si es verdad o es real o si es destino. Me perdí y no sabia bien donde o como encontrar dirección, pero confiando en que de alguna manera encontraría el camino correcto, ese camino que me lleve al lugar en el que también a pesar de haberlo encontrado y buscado, a fin de cuentas sigo y seguiré perdido con la fe en encontrar como siempre un lugar en mi vida, en este tiempo o en mi acontecer.
Justicia dar a cada cual su justa medida.
Cuando entendamos que lo que le hago a los demás me lo hago a mi mismo y de igual manera lo que hago por los demás es lo que en beneficio me beneficia.
Cundo lleguemos a comprender esto, las leyes serán mas certeras y la justicia mas pronta.
Entenderemos el porque de muchas cosas que nos parece injustas e injustificadas y con eso tendremos un poco de paz en el corazon y la mente.