No cabe duda que las noticias de catástrofes y eventos escandalosos son los que más atención atraen en los medios de comunicación masiva, y es natural, ya que se necesita una audiencia igual de masiva para que estos medios sean redituables. Se sabe que en el voraz mercado capitalista se vale de todos los medios posibles para que sus usuarios no despeguen la atención de su contenido, muchas de las veces nefasto, vulgar, manipulado y engañoso.
Cuando en esos repetidores de noticas mal informados y con una redacción muchas de las veces lamentable empiezan a mostrar un evento emotivo, siempre utilizan la música triste con piano o violín y cuando es una noticia emocionante utilizan música dinámica esto lo hacen porque ya no pueden disimular que su contenido no está ahí para informar, su misión es entretener.
Peor aún cuando el contenido de información y a la vez de entretenimiento parten de un medio sin bases ni fuentes fidedignas, tan solo opiniones y elucubraciones que entre más fantásticas e increíbles más atraen la atención.
Casos como el del merolico de los OVNIS Jaime Maussan que de pronto vende agua inmaculada o complementos milagrosos para toda enfermedad, se rodea de información seudo científica y comercia con la buena voluntad de la gente que graba esos globos o helicópteros, que ese engaña bombos de Maussan monetiza y no reparte ganancia alguna. Ese seudo periodista se la pasa anunciando catástrofes o el contacto inminente con civilizaciones alienigenas desde hace más de 40 años sin que ni una ni otra cosa ocurra.
Ahora su hijo amigo Maussan recibió la estafeta, y como el loco de su padre, tiene su cápsula informativa llamada “la última hora” donde cada brote de un virus o evento climático, inmediatamente es el fin del mundo.
Pero eso es una cuestión meramente comercial, ya lo hizo en su momento Al Gore con su documental una verdad incómoda donde mostró modelos de cambio climático catastróficos para 2015 a 2018 y nada de lo que sus locuras auguraban pasaron, pero en cambio se convirtió en uno de los hombres más adinerados de Estados Unidos de Norteamérica gracias a sus embustes catastrofistas. De igual forma canales como discovery o history se hicieron de una cantidad ingente de dinero con sus seudo documentales de seudo ciencia donde mezclan tonterías y mentiras sin control alguno. Por ejemplo, esos donde explotaron la locura del fin del mundo en 2012, anunciada supuestamente por la cultura maya, siendo que todo fue un burdo engaño y una manipulación de la información, sin pudores ni tapujos.
Y precisamente después de años de no asomarme a sus contenidos, es, que mediante YouTube tuve acceso a un nuevo documental de Nostradamus sobre un supuesto libro perdido, con acuarelas de mensajes crípticos, que como todo mensaje simbólico tiene un mensaje que cambia según quien lo interprete.
Y claro que como a los gringos les encanta ser el centro del universo y todos los fines del mundo conocidos siempre son en sus lugares turísticos, este documental totalmente exagerado, falso y manipulado interpreta que todo lo que dijo Nostradamus les atañe a ellos, cuando este médico y astrólogo francés solo tenia interés por Francia y sus alrededores, como cualquier inculto medieval de su época.
Ya paso una vez, que en la radio se transmitió una novela actuada, donde los locutores exageraron hasta el punto de hacer creer a los escuchas que realmente se estaba llevando a cabo una invasión por criaturas de Marte. Ese caso fue tan relevante en la historia, que cambió por completo como se debían abordar las dramatizaciones en los medios masivos de comunicación; sin embargo, la gente le encanta escuchar mentiras, le gusta, por algún morbo sádico, pensar que cualquier catástrofe está a la vuelta de la esquina, y a sabiendas de que eso vende, pues esos comerciantes de embustes aprovechan cuanto puedan por atrapar tu atención, y mediante eso venderte productos y servicios que les serán muy redituables.