lunes, mayo 14, 2007


Una vez mas el camino me llama dista mucho de ser mi último viaje, claro dependiendo de lo que el destino mande y la vida disponga.
Siempre, como cada vez que preparo mis maletas esa nostalgia, por lo que queda atrás y por lo que no se ha podido concretar, por lo que no se ha dicho y por todo lo que tendría que decir.
Las encrucijadas, los caminos, las vueltas que da la vida una vez más me invitan y sorprenden.
Les comentaba lo feliz que soy por no tener que ser de una sola tierra o de una sola patria, nunca he tenido la expectativa por el siguiente viaje y nunca he tenido que ahorrar para lograrlo, como muchos de mis conocidos. Afortunadamente solo me basta desearlo mentalizarlo y de alguna forma, de alguna mágica forma esto se convierte en realidad. Con esto les comparto uno de mis secretos o formulas, mucha gente me dice que tengo buena suerte por lograr todo lo que he querido en la vida, mi secreto es plantearme un sueño y dejar que este fluya por mis ideas y mis anhelos, no depender de el, como una quimera o ilusión, solo saberlo vivo en mis ideas y dejar que la vida pase, haciendo lo que tengo que hacer con la felicidad que la vida merece.
Estoy a pocos días de ver y conocer cosas hermosas que mas de uno vera a través de mis decires, estoy a pocos días de ser una persona con mas retos que afrontar y luchas que ganar, estoy a pocos días de ser un hombre nuevo, de nuevo otra vez.
armando_vega@terra.com.mx

miércoles, mayo 09, 2007


Ayer disfrutaba un paseo por la calle de reforma de esta capital. Había olvidado lo mucho que me gustan los días entre el atardecer y la noche, cuando el viento corretea las hojas secas y ese frió característico húmedo que precede a una tarde de lluvia, donde por un lado pude observar como se va retirando ese azul de cielo y por el otro puede ver como esa masas grises de agua se iluminan de pronto, con ese espectáculo tan grandioso que son los relámpagos que cruza vertiginoso, transversalmente el cielo.
Me gustan las tardes de lluvia, pero me gusta más la preparación de la tierra para recibirla, como la naturaleza pacientemente espera por recibir esa bendición de agua del cielo. me sorprende, me vivifica y me llena.
Me gustan las tardes grises que preceden a una tormenta por su aire limpio, por su aire fresco, por su nostalgia, por su sabor a tierra, por su sabor a vida.