Nace en un árbol cualquiera, de una época cualquiera, la manzana mas bella jamás germinada, ¡es tan hermosa! su color, su estructura son perfectas, se desarrolla hasta la madurez, se desprende y cae del árbol, se pudre y se muere y ya, nada mas sucedió, nadie nunca la comió, nadie nunca la aprecio, solo fue, existió y un día dejo de existir.
Claro que en la mente materialista del mono humano eso es algo perdido, todo un desperdicio de recursos. Esa manzana debería haber estado en la portada de las manzanas mas bellas del mundo, debería haber sido famosa, le deberían haber sacado cientos de fotos, participado en concursos y certámenes que justificaran su belleza y que además lo certificaran con reconocimientos oficiales, avalados por expertos en manzanas.
Es por eso que el mono humano es tan corto de miras y en su poca inteligencia no es capaz de entender la vida, el amor, ni la belleza.
Todo cumple su función, en el momento de ser, cualquier cosa por el hecho de existir ya esta alterando la realidad con su presencia, ya esta influenciando y desencadenando los siguientes eventos, de ahí surge la importancia de ser o no ser, porque todo lo que es existe, aunque no lo veamos existir, ahí se resuelve la pregunta de que si un árbol que cae, crea ruido al caer o no si nadie lo escucha, no podemos ser testigos de su existencia, pero al existir somos participes de su influencia, dejada con su impronta en el espacio físico.
Cuando el físico Albert Einstein demostró que los cuerpos masivos distorsionan el espacio tiempo con su gravedad, en una forma muy grandiosa se descubrió como la materia afecta en si misma la realidad ¿Cómo es que el tejido de la realidad misma se distorsiona ante la presencia de un cuerpo? Es así que nosotros mismos siendo seres universales para entes microscópicos con nuestra propia existencia distorsionamos la realidad misma, y en el mundo microscópico, la física de las partículas mas elementales demostró que la realidad funciona en relación de que exista observación directa o intención por parte del testigo.
Entonces no es verdad que nuestra presencia en este mundo tenga que ser validada por nada ni por nadie, porque con el hecho solo de existir nuestra presencia ya está cambiando el mundo, primero con nuestra huella física energética y luego con nuestra misión de observar la realidad y con nuestras pequeñas interacciones, transformarla.
La fama, la atención viral, el aprecio social, suele ser la medida del éxito, de que lo que haces tiene un sentido, y al ser reconocido debe de ser entonces importante y trascendente. Esa forma de pensar nos a otorgado una lucha incansable por gente que quiere ser escuchado y visto, es increíble los años que llevan esos shows que exhibe a gente común y corriente que tiene un talento escondido y que anhela ser descubierto, y al tener toda la atención y fama por fin sus sueños banales sean concedidos.
Suele haber decenas de historias de personas que lograron la fama muchos años después de su muerte donde los que gozan en este caso de ese repentino éxito son familiares o agentes son los beneficiados.
Todos los actos que realizamos estarán grabados en el espacio tiempo para siempre o lo que sea que dure la eternidad, porque la materia no se destruye solo se transforma. Entonces cada acto realizado sucederá eternamente dentro de esta realidad o esta porción de las posibilidades infinitas en múltiples universos y versiones de el. Es claro que el tiempo nos existe, somos nosotros o nuestros cerebros los que interpretamos su continuidad, porque en realidad solo somos fotogramas, como los de un royo de película de proyección.
Si el humano aun existe y mantiene ese avance tecnológico escalonado, en algunos miles de años lo mas seguro es que invente una maquina que pueda recomponer la entropía, es decir que si esa hipotética maquina tuviera un buscador de información como Google, un buscador entrópico, va a poder ver cada evento realizado en todo lugar y momento, es decir que podrías ver la vida entera de Mozart o Vincent Van Gogh sin mentiras, ni manipulación o interpretación, es mas creo que podríamos incluso hacer un tour virtual totalmente inmersivo y viviríamos sentiríamos y experimentaríamos todas la emociones, porque al ser el tiempo relativo, viviríamos los 28 años de Mozart en tan solo 20 minutos desde dentro de su propio cerebro.
Por lo tanto no es tan descabellado que nuestra vida este siendo vivida y observada por algún grupo de estudiantes del futuro o simplemente por alguien aburrido, viviendo la vida de todos los seres vivos con fines de safari vivencial.
Tal cual podemos ver la vida de todos en sus redes sociales o cualquier archivo en YouTube.
Tenemos importancia desde el momento mismo de estar en esta realidad, cada palabra dicha cuenta y cada acto hecho u omitido tiene consecuencia en toda la realidad.
Por eso cuando hay gente que se desanima porqué la fortuna no llega a sus creaciones artísticas, porque nadie les cree lo que tienen que decir o porque su canto es negado por la atención del vulgo, les encomiendo a ser fiel a si mismos y a la libertad de su poder creativo, que lo que se pierde de gloria se gana en inmensidad, como decía Machado, se hace camino al andar.
Cuanta gente no he conocido que al no poder capitalizar su talento lo abandonan a las primeras de cambio porque escuchan sus bolsillos y necesidades pero no así a la voz de su corazón. Esta vida es un bucle eterno como poner dos espejos uno frente a otro, cada error o acierto que cometas sucederá eternamente, por lo tanto trata de que ese eterno bucle suceda en base a decisiones tomadas mas con el corazón.