miércoles, marzo 24, 2021

Quiero y deseo amarte como eres, como soy

 


Cuando regresó de un viaje traigo cientos de anécdotas y miles de fotografías. Generalmente, también traigo la amargura de ver la estupidez humana en todo su esplendor, pero quien me conoce sabe que en mis descripciones de lo que me encontré en esas otras culturas, solo están las cosas que son dignas de ser reseñadas.

Normalmente cuando salgo a la calle cada día me es más destacable la incapacidad que tienen los humanos para ser empáticos y cada muestra de egoísmo me es muy violento, pero como dicen, cada quien habla a según como le fue en el baile.

Sincronizamos con aquello que nos es afín, como magnetos atraemos lo que vibra en una frecuencia similar a nosotros. Por eso cuando digo que al salir siempre me topo con puro pendejo narcisista es porque de alguna manera estoy en sincronía con ellos y no niego la realidad de que yo también sea uno de ellos.

La realidad que entendemos con nuestros sentidos está totalmente empapada de nuestra concepción cultural que tenemos de esta, así como el nivel académico que poseamos, que hace que las cosas tomen matices diferentes y que cada realidad de cada humano sea percibida en diferentes niveles de entendimiento. Hay como quien dice el vaso medio vacío o medio lleno o simplemente la apreciación del vidrio y el agua como un milagro por separado e incluso poder ver energía fotónica materializada en un campo electromagnético solidificado.

De lo que está lleno el corazón es lo que expresa tu boca dice el evangelio, porque si amas la vida por lo que es y no por lo que representa, es ahí donde está la verdadera realidad de la conexión diaria y no en la crítica mordaz y sin construcción ni aporte real.

Quisiera comprometerme con la sensibilidad que poseo para ver Milagros en cada cosa que sucede, quiero y me entreno mentalmente para saber que eso que tú eres con tus defectos y virtudes construye absolutamente todo lo que necesito como ser social que soy, y que está integrado quiera o no con esta marabunta loca que es la comunidad.

Quiero dejar de ser el reflejo de lo que critico para convertirme en lo que amo. Porque como decían por ahí, lo que criticas no define lo que señalas pero si define absolutamente al que lo resalta.

Ahora cuando veo seres violentos, egoístas, destructivos, trato de tener compasión por ellos, porque sé que están sufriendo. Cuando ese chico pasa con su auto deportivo quemando el pavimento con sus acelerar, veo a un ser humano solo, triste, enojado, y desgraciadamente, su única forma de sacar su frustración es con esa demostración grosera de un segundo de empoderamiento.

Un ser violento no busca agredirme, busca sacar el dolor que tiene guardado en su corazón y ante un ser tan desprotegido tan temeroso y cobarde, no queda más que tenerle compasión porque ese sufrimiento lo está carcomiendo por dentro, como un óxido que derruye el metal más firme.

Anhelo ser más comprensivo, más constructivo que critico, más amante que testigo, más propositivo que negacionista.

Somos un océano de complejos y ese monstruo que alimentamos vive con nosotros y depende solo de nosotros no alentar su pobre y desvalida existencia.

 

armando_vega@icloud.com

 

jueves, marzo 11, 2021

Lo bueno de lo malo

 


Resulta que haber comido sana y equilibradamente durante tantos años me a causado un grave problema de incompatibilidad química con ciertas grasas saturadas y azúcares refinados. Cuando mi objetivo de ser saludable era mi responsabilidad con mi yo futuro y una vejez lo más tranquila posible.

Resulta paradójico que cualquier extremo es dañino y es una cuestión de explicarle a todo aquel que quiere paz, salud y amor eternos, que de ser así, la vida tal cual la conocemos desaparecerá  y dejará de ser equilibrada.

Ahora resulta que los mendigos o aquellos que han vivido por años en la suciedad y la intemperie, tienen un sistema inmunológico más protector y capaz que aquellos que han sido sobre protegidos por las comodidades que ofrece la sociedad de económica media.

Por eso los niños de antes eran menos enfermizos, más robustos y resilientes,  porque las situaciones agrestes y duras de la vida no sólo forman carácter, también fortalecen la salud.

Es claro que la forma como el humano evolucionará será absolutamente transformada por los hábitos modernos de protección y comodidad adquirida por la sociedad tecnológica.

El mundo requiere dolor, penas, amargura, dificultades, frío, hambre, desesperación, porque sólo así, cuando esta humanidad viendo de cerca el abismo, es que surge, de una manera más completa, más fuerte, más precavida, más imaginativa  y audaz.

Lo aburrido y soso que debe de ser el cielo o el Valhalla es que todos los deseos son concedidos, toda penuria es calma y toda desesperación atenuada por la dicha eterna. Eso suena bien las primeras dos semanas, pero después de eso, ganar siempre y tener toda la razón absoluta deja de ser divertido.   

Hay miles, sino que millones de historias, que cuentan como después de la desdicha y la desesperación surge una nueva perspectiva, una solución nueva, un humano más entero más integral, capaz de superar sus miedos y sus debilidades, a razón de entender cómo los equilibrios entre lo que consideramos bueno y malo, hacen de ti un ser completo, mejor y más dispuesto y preparado para el  siguiente reto a enfrentar.

Y nos es que abogó porque la desesperación, la desdicha o la enfermedad sean las claves de la vida. Más bien si abrazar las situaciones adversas como una forma de crecer, sin temerles ni renunciar a ellas en cuanto surgen.

No me deseas salud y amor eternos, pero si deséame la sabiduría para sobrepasar mis límites de una manera asertiva y más inteligente. 

 

armando_vega@icloud.com