miércoles, octubre 01, 2008

Nunca digas nunca jamas.
De vuelta por las calles que nunca crei pisar, en los brazos que no crei abrazar y en las palabras que no pense repetir.
me mordi la lengua y asi me doy cuenta que la vida me sorprende mas cada vez con mas ironia y entusiasmo.
desde algun lugar de Suiza, el mismo pero diferente, el mismo pero igual que ironia.
armando_vegha@hotmail.com
Mi ciudad se levanta imperiosa dentro de un valle, que parece nos cobija con su tierra, en una unidad de estrellas hermanadas. Cuando veo la multitudinaria cantidad de lucecitas que la conforman al verse de lejos.
Parecen esas vías lácteas que se observan en los libros de astronomía luciendo cercanas, juntas como una unidad, un solo cuerpo. Pero cuando sabemos que están tan lejos por miles de millones de kilómetros nos causa una sorpresa, tan sorprendente como la distancia y lejanía de los millones de habitantes de mi ciudad.