El mexicano cree que
tiene el derecho de expresar la opinión que le nace al ver un par de buenas
nalgas y con su lenguaje tan bajo y vulgar emite sus piropos con donaire y
desfachatez. Las mujeres tienen que soportar esta violencia verbal cotidiana en
todo el mundo porque no es una particularidad de los mexicanos, es una forma
masculina de expresión, pero no deja de ser una pasiva violencia, que podría
ser el detonante de una violencia más grave, que termine en una violacion o un
feminicidio.
Yo, que conozco,
porque todos conocemos a alguno de estos estúpidos envalentonados que dejan que
su lengua suelte las palabras incluso antes de que su cerebro entienda que está
haciendo, sé que como dice el dicho" perro que ladra no muerde" ya que
conociéndolos muy de cerca a estos personajes sé que son eyaculadores precoces,
que su desempeño sexual por más pasión que muestren en su piropos, solo tienen
la destreza sexual de 3 a 5 minutos, por eso es que sus parejas (si es que
llegan a tener) los engañan comúnmente o los abandonan por no llenar la
expectativa deseada, y es que con sus 8 centímetros en erección, no entiendo
cómo es que siguen buscando hacerse pasar por diestros y pasionales amantes
exóticos latín lovers.
Siguen siendo como
los perros nerviosos que ladran a la menos provocación, que corretean
motocicletas y autos, pero cuando los alcanzan no tienen idea para que lo
hicieron. Esto sería gracioso si no fuera porque ser mujer en México es un
peligro de muerte, porque ser mujer en México es salir a la calle y recibir un
sin fin de manifestaciones de admiración mal sana, si no es que son acosadas en
el transporte colectivo o ya de plano secuestradas y violadas.
Ante la ola de
protestas por los asesinatos violaciones y secuestros, las mujeres se empoderan
ante el derecho universal de vivir en paz y tranquilidad, cosa que un gobierno
libre de corrupción debería brindar como su trabajo y obligación.
Pero el problema
principal sigue siendo la desensibilización de los mexicanos, esos hipócritas guadalupanos que
son capaces de dar la vida por su madrecita y más aún si alguien ofende su
memoria, pero no son capaces de frenar sus instintos animales ante mujeres que
también son hijas, madres y hermanas de alguien más.
Qué terrible que se
tenga que insinuar siquiera un toque de queda para mujeres pidiendo que para su
protección no salgan después de las 10 de la noche. Que una mujer no tenga la
libertad de vestirse como su albedrío le dicte, que no pueda abordar un Metro
mixto porque es seguro que algún cobarde primate la acosara en la masa de
gente. Que terror que una mujer tenga que estar monitorizada por sus seres
queridos en todo momento para estar medió tranquilos de que llegara con bien a
casa.
Que terror de país
en que una mujer tenga que exigir el derecho a transitar para ir libre de un
lugar a otro, que tenga que abordar un taxi con terror de que ese chofer podría
ser su asesino o tenga que cuidarse incluso su pareja sentimental porque pudiera
ser aquel que termine con su vida.
Que terror de país
para una mujer nacer en México.
Ojalá ese terror sea
expuesto en todos sitios que ofrezcan una plataforma de expresión, que todos
escuchen, que todos se enteren lo terrible que es ser mujer en México y que esa
vergüenza nacional provoque un cambio radical que por fin cree la seguridad necesaria
que cada humano merece por derecho humano.
Pero no sólo es la
concepción mal sana y vulgar del ignorante marginal que te topas cada día en
las calles de la ciudad. La raíz del problema también reside en la cultura
popular y la cosificación de la mujer, se le da espacio y lugar como si fuera
un objeto decorativo, un objeto de uso y desecho. Con la moda del reggeton y
demás música popular y la forma como es expuesta la mujer, es normal que se
tienda a pensar que la mujer es solo una máquina de placer creada para la
satisfacción masculina. No es un secreto que la trata de personas sea uno de
los negocios más lucrativos en el mundo, dejando más dinero en algunas
naciones, inclusive más que la venta de drogas ilegales. La poca sensibilidad
de ver un humano como una cosa que solo sirve para un rato, es la raíz del
problema.
Es ahí cuando se da
cuenta la sociedad que han descuidado una parte importante de la educación
fundamental que es la ética y la filosofía. Se debe tener en cuenta en la
educación básica como fomentar la inteligencia emocional, como fortalecer los
valores cívicos y morales, no basados en cuentos religiosos, si no en verdades
humanistas, éticas y filosóficas.
Cuando una sociedad
ve que el único valor real es el del dinero, que compra voluntades y agacha
cabezas, donde los lideres de las naciones son los que muestran con sus peores
ejemplos cómo comprar una mujer para usarla en eventos sociales, como Angelica Ribera
ex esposa de Peña Nieto o Melania Trump esposa de Donald Trump, es ahí que como
humanos estamos más que jodidos en alcanzar una equidad de género y una respeto
mínimo a la dignidad humana.