No siempre es que tengo la oportunidad de ver dentro del corazón de un amigo y ver salir sus la grimas tan sinceras, tan infantes, con ese sentimiento de quien te da la confianza de su intimidad, que es una gran responsabilidad el ser presente de el sentimiento de imágenes mentales de la impotencia por las cosas que no puedes cambiar por la maldad que reside dentro de la psique humana y que dentro de las gentes de buena intención que son incapaces de ser de tal manera; genera una impotencia tal, que las lagrimas es imposible que no salgan, ya sea por impotencia, ya sea por el dolor que causa el egoísmo de los seres que están cerca de nuestro convivir diario o cuando peor aun son de nuestra propia sangre.
Que decirle a un amigo que derrama sus lagrimas por saberse cómplice de lo que es lo cotidiano en este país, la tranza, el engaño, el embuste, la mentira, el daño interno, que decirle cuando sus lagrimas se derraman porque el peor enemigo esta dentro de su propia casa, cuado lo lógico es que la unión familiar sea la fuerza de esta sociedad y es realmente el centro de toda la desunión y los mayores conflictos. ¿donde encuentro la filosofía para decirle que no todo esta mal? ¿donde encuentro las palabras poéticas para decirle que habrá que creer? cuando llora como llora un hombre, ante la batalla que una vez mas gana la inherente maldad humana.



Dm Gm
No te quedes inmóvil al borde del camino,
C F
no congeles el júbilo, no quieras con desgana,
Bb Gm C A7
no te salves ahora ni nuca, no te salves;
Dm
no te llenes de calma.

F Bb
No reserves del mundo sólo un rincón tranquilo,
G C Bb
no dejes caer los párpados pesados como juicios,
F C A7 Dm
no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño,
Bb F G C
no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo.

Dm Gm
Pero si pese a todo no puedes evitarlo,
C F
y congelas el júbilo, y quieres con desgana,
Bb Gm
y te salvas ahora y te llenas de calma,
C A7 Dm C F
y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo.

Gm
Y dejas caer los párpados pesados como juicios,
G C Bb
y te secas sin labios y te duermes sin sueño,
F C A7 Dm
y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo,
Bb F G C
y te quedas inmóvil al borde del camino,
Bb F G C A7 Dm
y te salvas, entonces, no te quedes conmigo.

Interludio: Dm Gm C A7 Dm C

F Gm
Y dejas caer los párpados pesados como juicios,
G C Bb
y te secas sin labios y te duermes sin sueño,
F C A7 Dm
y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo,
Bb F G C
y te quedas inmóvil al borde del camino,
Bb F G C A7 Dm
y te salvas, entonces, no te quedes conmigo.


(¡tremendo poema de Mario Benedetti!)