domingo, abril 29, 2007



¿Por qué soy tan feliz?
Realmente soy feliz, soy un hombre muy feliz. No tengo deudas, nadie me debe y no le debo nada a nadie.
No guardo rencores para con la gente. Quien no le gusto y de la gente que no concuerda con mi manera de pensar, pues no me daña, solo me hace ser mejor en perspectiva por lo cual no lo soy o carezco, en ideas de ellos.
No necesito un carro ultimo modelo para que mi autoestima este fuerte, ni camionetas o motos ni nada que me contamine dentro y fuera. A veces doy paseos en bicicleta y me gusta mucho cuando el aire pasa por mi cara o mi cuerpo.
Nunca he usado joyas, ni adornos que pendan o enganchen de mi cuerpo, no las necesito para ser feliz y eso me hace aun mas feliz. No tengo gente que mandar o alguien a quien responder o dar cuentas. Me despierto cuando es necesario y me duermo cuando me es posible.
Me gustan los pantalones de mezclilla y la ropa deportiva a veces por mi trabajo, así es que en opciones de moda no me come el coco saber las tendencias de este año o de esta temporada en Paris o en Italia, soy libre de esas opiniones y de sus criticas o designios y jamás me verán con un nudo inútil atado a mi cuello llamado corbata.
Procuro no comer nada procesado, ni industrializado. Me gusta la comida viva es decir verduras y frutas frescas, así mi digestión es envidiable y nunca me enfermo a no ser de una gripa ocasional en todos mis años de vida y cuando pasa disfruto de algún buen te o de alguna tarjeta de animo de mis amigos.
No tengo nada que no se cuide solo o pertenencias que tengan que ser deseadas o robadas, por eso puedo estar meses en Brasil, en puerto Vallarta, Acapulco, Canadá o Europa. Mi casa es el mundo y yo solo estoy de paso por el.
Tengo una mujer que me ama, porque primero aprendió a amarse a ella, por eso me respeta y por eso la respeto. Sabe que aun estando lejos estamos cerca y nunca hay distancias de por medio, si me extraña viene a mi, si la extraño estoy con ella.
Creo, amo, respeto y me inunda de felicidad la naturaleza. no comulgo con ninguna religión, ni con credos, ni filosofías. Aprendo lo mejor de todas he intento aplicarlas a mi vida. Creo en un dios imaginativo y creador, no uno que te juzga por hacer uso de lo que el te dio, la libertad. Amo toda la creación y sus distintos matices que hay en ella. Disfruto cada atardecer, el regalo del ocaso, que es la manera mas bella que dios tiene de decirte “te amo por eso te di un día mas” así como de los amaneceres que es una manera en que dios me dice “ten un buen día”
Soy un hombre muy feliz a pesar de los dirigentes políticos de intereses propios a pesar de la contaminación, a pesar del calentamiento global y de la destrucción masiva de las amazonas, cada día hago mi parte por hacer de este mundo un lugar mejor.
Soy un hombre realmente muy feliz, con un sueño tranquilo cada noche. Puedo salir a donde quiero he ir a donde mi pasos decidan, sin miedo, sin temor de nada ni de nadie, es verdad que soy cinta negra en Karate-do pero jamás e tenido que utilizar la violencia antes que la razón para solucionar algo. Esa filosofía me abrió los ojos a muchas cosas, pero igual me decepcionó en su tiempo en muchas otras.
Me gusta mucho leer y disfruto mucho de la música, no agarro bandera para nadie, ni tomo partido de nada. Tomo lo mejor de cada quien y aprendo mucho de mis errores.
Soy tan feliz que no puedo dejar de presumirlo y la gente que esta a mi lado lo sabe y comparte mi felicidad.
Gracias a la vida por el espacio que nos brinda y a la muerte por el espacio que nos deja.
Inmensamente feliz Armando Vega.

armando_vega@terra.com.mx

Soy feliz soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad.
Silvio Rodríguez http://www.goear.com/listen.php?v=2c238d4

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola...llegue a tu blog gracias a Alejandro Filio...y dime...como se hace para ser tan inmensamente feliz...todos los dìas les pregunto a mis hijos si son felices y siempre me dicen que si...hoyque te leo a ti me maravilla y quisiera descubrir como tu las bendiciones de Dios en mi vida. Arenita