miércoles, mayo 04, 2011




Hay conceptos que después del entendimiento de la grandeza
que los sobrepasan, quedan cortos para describir el amor que sale de mí por
ellos.

El concepto de patria, ciudadano, extranjero queda corto cuando
sabes que eres una mota de polvo como ser vivo y más insignificante aun ante la grandeza del universo.

Son conceptos que definen el valor y orgullo de algunos, la
vanagloria y heroísmo de otros. Si desde el espacio la tierra parece una sola,
cargada de organismos más parecidos a bacterias que a héroes, mártires y santos.

Me purga el nacionalismo, llenarme de banderas, escudos,
saludos he himnos, solo demuestran la soledad del humano, la poca apreciación de
la vida y de su grandeza, de su origen y obviamente un sistema de control de
mentes muy débiles y estúpidas.

El concepto de dios es de lo más absurdo que la “inteligencia”
humana a descubierto y que más esclavitud, culpa y miedo ha provocado. A controlado la vida
de millones de persona, las a mutilado, asesinado y castrado en cuerpo y espíritu.

No soy capaz de comprender la creación por lo tanto menos a
su creador. Si la vastedad del universo aterra, es idiota siquiera tratar de
darle una personalidad a un creador.

Toda religión, creencia u suposición mágica sea el nombre que estos monos supersticioso le
den son una absurdez y una carga gratuita tan pesada que destroza el intelecto
y la condición humana, reduciéndonos a menos que taras mentales.

Quisiera creer que en el futro el ser humano dejara de
rendirle su amor y esperanza a piedras, estatuas o reliquias y letras muertas, pero
tan solo hace 100 siglos atrás vestigios arqueológicos dejan ver que el ser
humano primitivo era igual de estúpido de
lo que es ahora, por lo que no tengo mucha esperanza al respecto.

El concepto de matrimonio es un contenedor, una jaula del
amor. Que trata de regular la sociedad. Como si un contrato diera la certidumbre
del mañana ¿Porque tengo que representar un acto social donde todos sean
testigos y críticos de mi teatralidad como pareja? si la convivencia forzosa
del ser humano termina con el amor y mina la sexualidad reduciéndola a una carcasa
vacía, un zurrón muerto de la vida misma.

El amor es una fuerza, una energía que le da forma a todo
por tanto un papel con mi firma no garantiza absolutamente nada… bueno si garantiza
que quien lo hace es un primate atemorizado por vivir y tiene que aferrarse a
la esperanza del mañana, porque es tan poca cosa que sabe que sin un contrato
nadie en su sano juicio pasaría la vida junto a él.

El concepto de seguridad de los que más risa me dan. Miles
de estudiantes, miles de trabajadores, miles de empresas luchando cada día por
un pedacito de mañana.

El concepto de seguridad es la muerte de tu vocación, de tu
amor propio y de tu experiencia por vivir.

Nada es más seguro que estamos en una carrera contra reloj
en pos de la tumba y quien sacrifica su
vida por dejarles a sus hijos un mejor futuro, por tener una pensión que los
haga vivir una vejes tranquila, un respiro por saber que controla los días venideros,
este no es más que un necio de la vida misma, un ciego caminando con seguridad
a un precipicio, ya sea mejor vestido o en harapos, con la conciencia tranquila
o llena de cargas pero en camino al desfiladero

La belleza de la incertidumbre te mantiene despierto y en
alerta, te mantiene con la mente fresca, el intelecto afilado, te evoluciona y créeme
no hay mejor herencia que unos genes fuertes y avispados.

Que si la incertidumbre y la necesidad no hubieran sacado al
pez del mar no seriamos el mono desnudo que escribe y lee estas letras hoy día.

No creo en la patria pero creo en el humano con su capacidad
de aprender, equivocarse y amar.

No creo en religiones o supersticiones pero sí creo en dios
aunque su entendimiento me sobrepasa, por eso solo lo intuyo y mejor lo vivo
que lo comprendo.

No creo en los reguladores sociales, pero creo en la persona
que está a mi lado que me ama mientras este o quiera estar. La vivo, la
disfruto un día por día, sin promesas, ni compromisos forzados solo con y por
amor.

No creo en instituciones, ni la seguridad que me otorgue
nada ni nadie. Creo en la sorpresa del despertarme y valerme por mí mismo.

La evolución misma descarta a los débiles y fortalece a los
fuertes y eso lo determina la incertidumbre del mañana. Tengo la libertad de
irme mañana mismo a donde se me antoje, de vivir donde quiera, ese es el regalo
de entender mi vocación, se para que sirvo y amo lo que hago. Por lo tanto sea
donde sea puedo empezar de 0 a 1000 cada día, sin cuentas de banco, sin pertenecías,
sin deudas, ni deudores, que solo son una carga que limita mi libertad. Se
empezar cada día y eso me ha dado más amigos, vivencias y amores que muchos hombres
de 80 años o podridos vejestorios de 20 atados a su seguridad futura de si
mismos.

No busco convencer ni debatir. Solo es como vivo y disfruto
una visión particular de la vida, menos limitada, más libre y grandiosa de lo
que los conceptos en si nos quieres hacer creer.

Armando Vega presente.

armando_vega@terra.com.mx









1 comentario:

Anónimo dijo...

NO DEJA DE SORPRENDERME TU SER LIBRE Y ES ALGO QUE TE APLAUDO...ME PARECE BIEN POR QUE CASI TODOS DEJAMOS DE HACER COSAS POR NO ATREVERNOS Y DE PERSEGUIR SUEÑOS POR TEMOR .