domingo, febrero 28, 2021

Nada será como fue

 


De algún modo la gente suele vivir del pasado, de añoranzas donde en su punto de vista las cosas pintaban mejor. Ya lo decía el refrán todo tiempo pasado fue mejor.

Todos tienen un momento o un lugar donde quisieran volver, porque en su memoria fue más colorido, más pleno y feliz que los momentos siguientes que le han acontecido.

Aunque yo suelo amar mi presente y trato de vivir el hoy como la única cosa que existe, en mis sueños siempre aparezco en momentos precisos de mi historia y suele ser recurrente ese pasado que regresa a mi.

Aunque, la mayoría trata con todas la fuerzas de congelar situaciones y momentos, adaptando eso ayeres a su presente. Porque no es poco común que las hijas repitan al pie de la letra las enseñanzas de su madre, voluntaria o involuntariamente, tal como los hijos son reflejo de la enseñanza y ejemplo del padre.

Estas necesidades de vivir del pasado es común de animales primates y mamíferos como nosotros, y todo por una adaptación evolutiva a asegurar lo bueno por coincido, teniendo miedo o precaución a lo nuevo, porque además retos nuevos implican un gasto energético extra para el cerebro.

Es normal que la gente se aferre a la realidad que le es conocida segura y cotidiana, por eso en estos tiempos de pandemia los cambios mundiales que dicha y caótica sorpresa nos otorga, son para algunos una pesada carga, al renunciar a sus rutinarias formas de vivir, porque sus circulares formas de vivir no encuentran otra respuesta, y como animales que siguen la inercia necia de hacer lo que tengo que hacer "porque es mi vida y nadie la controla" hace que la gente muestre ese comportamiento infantil y retrógrado, donde en medio de un confinamiento social, siempre los más vivos, los más audaces, hacen lo posible para saltarse las reglas, para tratar de componer su nueva realidad a su forma y modo porque así es como su necio pensamiento lo requiere.

Viendo como la policía desalojaba una fiesta clandestina en Francia, veía como los jóvenes lloraban porque en sus palabras no los dejaban vivir sus vidas y les estaban robando los mejores años de sus vidas, pero en su lógica egoísta el contagiar a sus seres queridos o a ellos mismos, no tenía cabida, porque por esa absurda confianza y fe que tiene el humano de que a él nunca le pasará nada malo, creen que el virus no los contagiara, porque por alguna estúpida razón, hasta niegan su existencia.  

Cuando los gobiernos mundiales superados por una pandemia que fue anunciada con años de antelación y que gracias a su torpeza e ineptitud no supieron ni saben controlar, cayeron en miles de errores evitables, actuaron tan solo por politiquería y por tratar de amortiguar de alguna manera él debacle económico, aún con una segunda y tercera ola, se confiaron cuando los contagios disminuyeron, y dejaron que la gente se fuera de vacaciones y re abrieron restaurantes y centros de entretenimiento, creando así una mortandad y un caos hospitalario peor que en la primera fase de la pandemia.

El mundo no regresará a ser lo que fue, cada cambio mundial nos lleva a una reestructuración, así fue cuando vimos caer el socialismo y la Unión Soviética, así fue con los atentados del 11 de septiembre de 2001 o la epidemia del SIDA. Después de esas sacudidas terribles de realidad todo cambió, todo dejo de ser como era hasta ese momento, y estos tiempos que pasamos serán un antes y un después otra vez en la historia de la humanidad.

Los cambios que se avecinan serán peores y más terribles que esos que vivimos actualmente, porque los mares más llenos de plástico que de peces, las sequías más largas y terribles como nunca se vivió o las lluvias torrenciales y atípicas, crearán peores pandemias y migraciones multitudinarias de refugiados climáticos, que ninguna realidad anterior nos pudo o podría preparar, para aunque sea tener un atisbo de que esperar para prepararnos.

Fuimos afortunados hasta el 2019, todo eso que creímos peor o perdido, ahora sería la gloria en relación de lo que se nos avecina.

Entramos a un terreno nuevo e inesperado en lo que a futuro se refiere, no es sorpresivo, porque esto que se nos viene encima está más que cantado por los científicos desde hace más de medio siglo.

Si aún tienes agua corriente en tu grifo, si aún puedes encontrar alimentos variados y suficientes en los estantes de las tiendas de conveniencia, si aún sales sin ver un caos de saqueos y retenes y aún tienes redes sociales, luz e internet, estás en el mejor momento de tu vida, aprécialo, disfrútalo y atesóralo, porque lo que se viene a continuación, eso si será el fin de tu mundo y tu realidad como nunca esperaste que sería.

 

armando_vega@icloud.com

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