sábado, mayo 29, 2021

El abismo te observa y lo que ve le aterra

 


 

Cuando te paras al borde del precipicio y miras la oscuridad, lo más aterrador es que la oscuridad también te observa a ti.

La libertad que trae la expresión popular  es clara contundente y necesaria,  pero también, la consecuencia es que el humano en la mascarada ilusoria del anonimato se muestre tal como es y la verdad es que el humano en general es bueno y empático pero su lado oscuro es muy débil y falible.

Realmente no creo que quien comparta imágenes terribles de violencia o de sexo explícito en las redes sociales, lo haga con el fin de dañar la débil mente de los demás, creo que lo hace con la esperanza de que alguien le de una respuesta, que le explique qué eso está terrible, que no se sienta tan solo por entender que eso que está compartiendo no debería existir. Sin embargo en la apariencia de valentía, arrogancia y gallardía, se hacen los chingones, y creen ser muy maduros para opinar y creer salir ilesos de tan abominables actos.

A las redes sociales les vale madre tu salud mental, ellos solo quieren tus metadatos, quieren tu intimidad, tus gustos, tus rutinas, tus respuestas condicionadas, porque eso los está haciendo asquerosamente millonarios, gracias a la venta de tu vida, que alimentan bases informáticas, que en el futuro controlarán el comercio y la economía de una manera tiránica y dictatorial.

Buscando información de porque los suicidios aumentaron hasta 300% en países  como España o México, solo hay un factor clave que es el antes y el después de las redes sociales.

Los diseñadores de redes sociales usan la conducta adictiva de la masa para sembrar estímulos que te mantengan esclavo de tu teléfono o red social favorita, con un precio muy alto a pagar, porque al mantener la atención constante en esas imágenes de sexo, violencia u ocio, surgen estímulos bio químicos que hacen que tu cerebro segregué drogas a las cuales se hace dependiente, y como cualquier adición, pasaras cada vez más tiempo atado a esos estímulos, siendo cada día más complejo poder prescindir de ellos. 

Este cambio de apreciación de la realidad actuará como la de un drogadicto de heroina llevando a las personas a perder su libertad, su tiempo y con el curso de los eventos, poco a poco su dinero. Está sobre estimulación no sólo afectará tu apreciación personal si no la realidad circundante y cuando la realidad de las redes sociales no se adecue a los estímulos que te rodean, ese choque creará miedo, depresión, angustia y baja auto estima, causas principales para caer en drogas más fuertes violencia más normalizada y suicidio.

Buscando información de cómo están esos mundos oscuros y profundo me di a la tarea de asomarme dentro de los grupos a los cuales es muy fácil acceder y sin ningún filtro, esas imágenes, opiniones y material se descuelga como una cascada de mierda. Debo decir que la curiosidad mató al gato y que aunque mi mente sabía lo que estaba por contemplar, la oscuridad que hay dentro de ese mundo es tan deshumanizada, tan violenta, tan desgarradora, que no pude soportar estar conectado incluso a las páginas cotidianas por semanas.

Abrimos la caja de Pandora y solo encontramos demonios y esos demonios están al alcance de tu mano y no tiene límite de edad. y si yo, con mis años, madurez y sapiencia, fui afectado y sigo afectado de tal forma, no concibo como esas imágenes y contenidos los pueda soportar una mente infantil o inmadura que solo busque saciar su curiosidad, pasar el rato o espantar su aburrimiento por horas.

Aquí en Suiza es común ver grupos de jóvenes en bancas, todos ellos con teléfono en mano, con sus bocinas inalámbricas escuchando hip hop  y drogándose con mariguana, todos ellos clavados en sus redes sociales sin dirigirse la palabra unos otros, aunque todos juntos, pero en absoluta soledad.

No sé en qué se transforme esta juventud que por primera vez tiene acceso a tal cantidad de información, pero como los datos están mostrando, el futuro pinta para peor  y para mal.

Si ya con la decadencia del medio ambiente y la destrucción de la bio diversidad esto ya pintaba mal, ahora la descomposición de la psique humana, cada año más en decadencia, parece que no hay vuelta atrás en una hecatombe, donde todos seremos víctimas circunstanciales.

Cuando te paras al borde del precipicio y contemplas tu propia oscuridad y tu propia oscuridad se aterra de mirarte, es ahí donde estamos realmente jodidos.

 

                                               armando_vega@icloud.com

 

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