La mejor forma de rendirle homenaje a quienes se nos adelantaron en el camino de la vida es siendo felices y plenos en nuestra pequeña parte de la historia que nos toca vivir, porque solo de esa forma nuestro recuerdo será digno de ser rememorado.
Son años duros, de pérdidas en muchos sentidos. En poco tiempo he tenido que decirle adiós a muchas personas que fueron indiscutiblemente parte fundamental de mi vida. Todas ellas se fueron de este mundo mientras yo me encuentro muy lejano de su amor, de su fuerza por vivir, y de sus ganas de ser humanos mejores y de calidad.
Claro que no tengo remordimientos de lo que tenia que decir o lo que no puede hacer, ya que al vivir mis días con conciencia y plenitud, disfrute mi caminar junto a ellos de una manera equilibrada, armónica y en paz.
Será difícil regresar algún día a México y adaptarme a esa verdad de que ya no podré verlos en sus lugares cotidianos, y además ver lo diferente que es la realidad sin ellos, y ese hueco que queda, después de que su presencia, base fundamental de muchas vidas, se sabe y se notará su ausencia, mientras los que se quedan, han tenido que aprender a vivir sin ellos.
Veo tristeza, veo soledad, veo apego, veo desaliento, veo muchas ganas de que la vida continúe plana y sin sorpresas. Pero les pregunto ¿no todas sus fotos y remembranzas están enfocadas en los momentos de vida plena y feliz? Entonces ¿porque no rendir homenaje a nuestros difuntos con nuestra vida en plenitud siendo valientes y creativos?
Claro que la vida duele sin tanta gente buena, mientras que tantos hijos de la chingada andan rebosantes de salud, pero como dijo Tolkien en palabras de Gandalf el mago blanco <muchos hay que merecen morir y muchos hay quienes merecen la vida ¿eres tu tan inteligente de saber a quien darle cada cual?>
Queda un camino por delante, más solitario, por no caminar al lado de los que nos faltan, menos brillante de la luz que caracterizó a esas almas buenas. Y ¿que sigue? En mi caso, sigue seguir siendo una persona que alcance esa luz, a raíz del ejemplo de todas esas personas, que con su vida, nos dejaron la línea a seguir en un camino marcado por la empatía, el amor y la desinteresada forma de entregar su talento.
Hay gente que por su falta de amor y luz me han encabronado tanto que no más de una vez les he deseado la muerte pronta, abiertamente y sin tapujos, porque soy visceral, porque soy aún un mono furioso que con su cerebro animal todavía busca evolución, y para colmo de males, esas personas a las que detesto siguen respirando sin pena ni gloria. ¿Será que aquellas personas buenas, cumplen el propósito de su vida dejando una semilla de amor y buenas memorias en nosotros? ¿Será que aquellas personas intolerables y desgraciadas son la forma de practicar lo aprendido y poner en acción esa bondad y ese perdón necesario?
No lo sé, pero si se que quien hace mal debe de vivir con la consecuencia de sus actos y que, aunque no lo parezca, no hay acto impune que la conciencia no tenga presente.
Algún día leí una frase hermosa que decía <los hombres buenos mueren primero para que los que nos quedamos, sigamos aprendiendo a serlo>
Seguramente muchas personas se enojarán conmigo por no regodearme en su forma cutre de sufrimiento, en su lamento lastimero y pueril, pero yo prefiero el camino que sigue delante de mi que una serie de repeticiones de vidas que ya cumplieron su fin y que solo dejan ejemplo a seguir, y no una letanía de lo bueno que fue ese momento u otro en la memoria enajenada.
De igual forma, espero tengan una buena fiesta por hacer los que me aman y los que me odian. Los que me aman, porque su felicidad será un homenaje a un camino bien vivido junto al mío, que cantamos, bailamos y bebimos, mientras fuimos y seguirán cantando y disfrutando ustedes, mientras son. Los que me odian, porque no fui la luz que debería haber sido en su camino, y tarde es ya para reparar el daño hecho, las palabras ingratas dolientes o nunca dichas.
Cuando me les adelante no me lloren ni me anden recordando de lo que fui o de lo que creen que me conocieron, si en algo influí para que su camino fuera interesante, de igual forma, amigos o enemigos, fue con todo mi amor.
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