martes, abril 05, 2022

Libros y libertad de expresión

 


Los libros son historias, deseos de comunicación, la forma en que se expresan los sueños, los deseos, las ideas, la pequeña porción de realidad que un pobre mono vestido trata de entender.

Suelo leer mucho, porque aún hay miles de ideas que quiero contaminen mi pensamiento, ideas de otros milenios, que aún siguen haciendo las mismas preguntas sin respuesta ¿Quiénes somos? ¿Qué significado tiene nuestra vida en este presente? Como estamos faltos de respuestas, tratamos de dejar un mensaje de esas inquietudes universales en símbolos escritos, que como aquellos primitivos humanos, trataron de enseñarnos en esas pinturas rupestres de las cuevas que habitaban.

Hay libros que están llenos de sabiduría pero no están aún a nuestra altura, he escuchado de críticos de literatura pomposos y arrogantes, barbaridades que su cliché y su egoísmo les deja ciegos de ver la belleza que hay detrás de lo sencillo y lo simple. Que un gordo de 400 kilos devoré kilos de alimento no lo hace un experto en comida, así deberían entender que los que devoran libros no los hace expertos de nada. 

Cuando era apenas un joven impetuoso y muy ingenuo leí grandes libros que no podía entender, ni aún tenía la capacidad de asimilar, con años de trabajo y mucha paciencia para llegar a un nivel adecuado, esos mismos libros me han dado una perspectiva de la belleza y la humanidad completa y profunda, que era imposible que en mis años pueriles pudiese comprender.

Hoy en día mis lecturas son de un espectro muy amplio, van desde la divulgación científica, la biología, crítica social, la filosofía, la música, la nutrición, el entrenamiento deportivo, la poesía, la ciencia ficción, la novela, el misterio, la religión y la psicología. El que tenga una visión tan amplia de lo que en pequeñas enseñanzas tratan de mostrarme el colectivo humano de que es la realidad, hace que mi pensamiento sea más global u holográfico, haciendo que las perspectivas de mi criterio puedan aprender desde diferentes ópticas, dejando atrás los absolutos y las conjeturas fáciles.

En mi amor por la literatura he logrado enamorar a los que me han preguntado de tal o cual libro y creo esa es la función de aprender a leer o hasta de aprender a vivir.

El que te encuentres con una bella historia digna de ser leída y más aún que esta historia forme parte de después de tu pensamiento y que incluso arremeta tanto en tu vida que la cambie por completo, es esa la importancia de la literatura. Porque en mis escritos, en mis decires, en mis poemas o mis canciones están por supuesto todos los libros que he leído.

Los libros solo son pequeñas piezas de un rompecabezas enorme que buscan solo explicar que es el tiempo, que es la vida, y si las cosas qué suceden deben de ser recordadas, si esas lecciones aprendidas podrán ser de ayuda para aquellos que por necesidad o curiosidad busquen en esas letras una respuesta, un bálsamo, una distracción o simplemente información académica.

Las ideas son peligrosas y más aún las ideas impresas, por eso, es que ser periodista en México es una de las profesiones mas peligrosas de todo el mundo. Decir lo que otros no se atreven, mostrar lo que muchos quieren permanezca oculto, siempre a sido una forma muy valiente y peligrosa de expresar el llamado que nos hacen las letras. Porque hay poemas que ha sido borrados, quemados, prohibidos, porque en cabezas muy pequeñas, esas palabras serán un incendio incontrolable de amor, libertad y rebeldía.

Como decían antaño, los que empiezan a desaparecer libros o los que queman libros, no tardarán mucho en desaparecer y quemar personas.

Cada determinado tiempo, el humano repite un suicidio masivo de ideas y destierra el pensamiento, en plazas públicas quema libros en piras gigantescas creyendo que callando las voces de quien piensa diferente así extingue la luz que brillará siempre. Lo que nos deja esa forma de barbarie es siempre un paso atrás en el desarrollo humano y perdemos siglos de conocimiento que de alguna manera alcanzaremos, pero siempre está forma de tratar de tapar la luz con un dedo dejará una cicatriz que la historia juzgará, pero de la cual a pesar de su mella en su peso histórico no aprenderemos nada y caeremos en el mismo error una vez más. Ojalá algún día entiendan que las ideas contrarias sirven para mejorar los debates, con mejores argumentos, no con prohibición, ni con represión, porque si aún hay gente que cree que la tierra es plana o que la homosexualidad es una enfermedad, no se debe reprimir o borrar la información, al contrario, se le debe contrastar con inteligencia y pruebas, de esa manera todos crecemos sin intereses escondidos y sin mentiras manipuladas.

Siempre un lector ávido de conocimiento y crítico de su medio y realidad será un peligro para regímenes totalitarios o democracias fingidas. Siempre que exista un lector voraz que absorba el conocimiento que está impreso y plasmado en un documento y sea capaz de buscar diferentes ángulos de información con fines de tener una idea más global, el mundo será más eficiente en su manera de encontrar esas respuestas a las preguntas eternas que necesitan y requieren una respuesta.

No hay comentarios.: