domingo, junio 03, 2012

Es un mundo redondo


Berlín la capital de Alemania, una ciudad cosmopolita, enorme en su aporte a la cultura y lo que esta representa para el mundo. una capital con un pasado tormentoso, destruida en su totalidad y reconstruida de sus propias cenizas, imaginada en su momento por el régimen nazi como la capital utópica del mundo, de una germanía dominante en toda la faz de la tierra.
Hoy la vida me trae aquí y me encuentro con una capital más tranquila de lo que imagine y muy diferente de lo que fue hace 20 o 30 años, donde Reagan camino lidiando con las políticas de su guerra fría o  de Kennedy saludando por sus calles y barrios divididos.
He tomado cerveza oscura todos los días y desayunado una variedad muy grande de salchichas y carnes frías, he recorrido sus calles y museos, he tenido una vista de pájaro a 320 metros de altura en la antena de la tv, he cruzado su río en bote viendo sus principales monumentos, me he perdido en el metro para variar y me he internado en sus barrios menos coloridos, más sucios, grafiteados  y con rostros no muy amables solo por sentirme un poco más vivo.
Me he parado de frente en lo que queda de su muro, que constituye la parte más oscura de su pasado de un tiempo que quedo atrás, pero que sus habitantes miran con nostalgia, con tristeza y vergüenza de lo que el hombre puede hacer cuando sus políticos mandan por encima de su sentido común.
Aprendí hoy de Bertold  Brecht que los conceptos de máquina y hombre para un poeta están muy separados.
General, tu tanque es más fuerte que un coche.
Arrasa un bosque y aplasta a cien hombres.
Pero tiene un defecto:
Necesita un conductor.
General, tu bombardero es poderoso.
Vuela más rápido que la tormenta y carga más que un elefante.
Pero tiene un defecto:
Necesita un piloto.
General, el hombre es muy útil.
Puede volar y puede matar.
Pero tiene un defecto:
Puede pensar.
Aun pienso que no hay mejor lugar para vivir que en tu propio equilibrio de paciencia y tolerancia, porque cuando esta te rebaza es porque ha superado los límites de tu cordura. Si puedes vivir en algún lugar donde no te sientas paranoico y perseguido, limitado o ninguneado, libre de tus pasos, entonces habrás encontrado tu hogar, porque el lugar de tu casa es donde está tu corazón.
Me sigo proclamando ciudadano del mundo, las fronteras, patrias y países solo son pretexto para echarnos en cara nuestros miedos y mínimas diferencias. algún pendejo que invento la propiedad privada y en su paranoia nos condenó a sentirnos extranjeros en un mundo que hasta ayer todavía se mostraba redondo y visto  desde el espacio seguía pareciendo uno solo, una frágil piedrita  perdida sobre un vastísimo e inmenso universo donde sus pequeños microbios, mal llamados sapiens se lo venden, compran y pelean.


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