martes, agosto 29, 2017

No sé nada de tesoros

Me gusta hacer ofertas generosa

A mis prostitutas, siempre al final del acto.

Les ofrezco un trueque por sus servicios:

Una partitura inédita de Bach amarillenta y descolorida

Un escrito en inglés antiguo de Blake o el ultimo girasol perdido de Van Gogh, ellas siempre prefieren los 300 dólares acordados, porque no saben nada de tesoros. Yo también prefiero prostitutas, porque tampoco se mucho de tesoros


 

No hay comentarios.: