Me alegra mucho el cambio que se dio el domingo 1 de julio en México. Me alegra mucho, no por el representante que gano, me alegra por la participación y la conciencia ciudadana que se volcó a exigir lo que debería haber siempre exigido, no más abusos de el poder y la corrupción por parte del PRI.
No debemos olvidar lo que a sucedido en otros países, porque eso nos dará idea lo que sucederá en México los próximos años. No olvidemos que Fidel Castro gano la revolución de Cuba por el hartazgo de la población de el abuso del imperialismo gringo y que felices los cubanos se volcaron a la calle a festejar y que muchos años les costó, y le salió muy caro su entusiasmo. Prueba es el éxodo masivo y una limitación pública de los derechos humanos básicos, sumada a una dictadura que fue heredada como si fuera la realeza inglesa.
No debemos olvidar él entusiasmos de un presidente negro en gringolandia que fue ovacionada mundialmente. El júbilo y festejo duro nada en comparación a las promesas y que nunca cumplió por cierto, y que aún teniendo guerras e invasiones en marcha fue galardonado con el premio Nobel de la Paz. No existe ni existieron mejora en las garantías individuales de los migrantes y los afroamericanos, cosa que los que votaron por este personaje era prioritario y funcionaba como última esperanza. Obama fue una decepción para su país y para el mundo, aún así, inexplicablemente para mí, goza de una popularidad aún muy grande. No podemos olvidar que una de las peores consecuencias del gobierno de Obama es la herencia que dejó "Trump"
Evo morales, Hugo Chávez, y los Kirchner son ejemplos claros de popularidad, de promesas, de pueblo por y para el pueblo y también son ejemplos claros de fracaso de gobiernos que llevaron a la ruina a sus habitantes, simpatizantes e inversores.
Como siempre lo he dicho el cambio que buscas está dentro de ti, y para eso se necesita mucha información, mucho compromiso, mucha disciplina y mucha crítica.
Sin información, sin conocimiento, sin autoconocimiento no hay criterio, y sin criterio podemos ser fácilmente manipulados y por lo tanto engañados. Un político no es la respuesta que México necesita, y para ejemplo las independencias, las revoluciones y las reformas. México necesita un ciudadano con valores morales Ferreros, un ciudadano que se comprometa con el respeto así mismo y el respeto a los demás.
Desgraciadamente el humano siempre le ha legado la responsabilidad a algo más grande que él, por la cobardia de no comprometerse y por la poca información de calidad que hay al respecto para poder desprenderse de tantas idioteces que el sistema le inyecta por todas partes.
López Obrador es una interesante opción para buscar cambios necesarios en la distribución de la riqueza en el país, pero no será la panacea que el mundo espera, ni el mesías que llevará a México a el paraíso que muchos anhelan. No se olvide nunca de las malas mañana que acarrea del PRI donde fue tantos años militante, como los contratos corruptos de Aumada, la corrupción de la línea 12 del metro, la farsa democrática de su Juanito y su Brugada, los gastos de los segundos pisos que no pueden ser claros ni auditados y muchos de los favores a pagar de los sindicatos y políticos corruptos que son su séquito, una cola muy larga que acarrea basada en una ilusión y una fe ciega en un cambio de un gobierno, pero una resiliencia en un cambio en uno mismo para empezar.
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