sábado, abril 16, 2022

Etica sin cancelaciones

 


Leyendo el libro el futuro de la humanidad de Michio Kaku, estimaba dentro de un razonamiento científico, un dejo, de saber que la ciencia a veces tiene permitido hacer cosas terribles y matar miles de inocentes en favor de crecimiento intelectual y el avance tecnológico de la humanidad. Eso en relación a que el padre de los misiles intercontinentales o los cohetes espaciales el ex nazi alemán Von Braun, aceptó matar a miles de humanos a fin de mejorar sus sistemas de propulsión en cohetes y bombas, conocimiento que otorgó la experiencia para construir los cohetes que llevarían a los americanos a la luna.

Recientemente y más lejos de la ciencia y la tecnología, surge una serie de acusaciones a personas que en su edad madura tuvieron por deleite salir y tener relaciones con menores de edad, incluso hacen chistes y lo difunden como un logro del macho alfa, ese que las puede de todas todas. Claro que en estos tiempo de marchas feministas que quieren que sus derechos sean escuchados, es entendible el enfado de las personas pensantes y su rechazo a dichos comentarios y presunciones.

La ética era una materia que se nos daba en las escuelas con fines de crear un pensamiento moral que fuera acorde a una sociedad civilizada, fue desechada y erradicada como materia, porque se supone que esos valores deben de ser instruidos por nuestro núcleo familiar, pero desgraciadamente nunca es ni será así.

Si entendiéramos la ética como la fuerza moral que nos dicte los pasos a seguir las opiniones a brindar o el ejemplo a dar, nos daríamos cuenta que hay ciertas conductas, opiniones, actos y expresiones que deben de ser reflexionados y mucho mejor digeridos antes de exponerlos, no a razón de ser limitados en nuestra libertad de expresión, si no por el peso que acarreen y las consecuencias que esto traiga.

Veo con tristeza que una marcha para exigir los derechos humanos de la mujer, para el presidente López Obrador solo es, en sus palabras y pensamiento, una excusa política para atacarlo y no una orden generalizada y multitudinaria para que deje de ser el payaso de las mañanas y ya se ponga a trabajar, que para eso fue electo.

Veo con estupefacción como miles de fans defienden al simpático comediante cantante o famoso, antes que a la presunta víctima, solo porque su trabajo los entretiene.

Si nos hubiéramos aplicado a aprender la ética, sabríamos que no hay razón para usar el conocimiento científico para destruir vidas humanas, que no hay razón para ser obedientes a dictadores o mesiánicos populistas con fines de crecimiento económico y personal, que ningún hombre en una posición de poder o fama tiene porque aprovecharla para buscar placer sexual.

Incluso cuando una mujer muy famosa en las redes sociales confesó y arremetió contra una víctima de violación, al salir de la cárcel, su ego y ceguera moral le hacía inconcebible que la hubieran acusado de un delito que según ella no cometió, cuando monetizó y distribuyó una opinión que ponía en indefensión a una víctima, que no debería haber alcanzado una fama que no quería, no necesitaba, y que de otra manera no habría llegado a tantas personas, como la criminal influencer logró, al hacerlo del dominio público.

Si nos enseñaran ética correctamente, tal vez respetaríamos la profesión y el trabajo que desempeñamos, no adulteraría nadie las fechas de caducidad en alimentos o medicamentos  porque el patrón así lo ordenó, no vendería nadie su voto porque la miseria es dura, no harían documentos apócrifos de profesiones ficticias, no habría taxistas que cobren lo que su regalada gana les dicte, en fin, no habría políticos miserables que solo buscan el curul para beneficio personal.

Ético es un valor consciente que recae en la capacidad humana de entender los alcances que tiene el bien y el mal, más allá del bien momentáneo o la ganancia fácil.

Porque, por increíble que parezca, aún los distribuidores de piratería en internet buscan reconocimiento personal, por el gran esfuerzo que hacen para ser ladrones con fines de ayuda mundial al que no tenga o pueda poseer material intelectual ajeno, y critican y repudian a quien “robe” sus aportaciones e incluso llaman ingratos a los que solo se descargan el material y no dicen ni gracias. NO idiotas, el agradecimiento es al autor o al creador de contenido, que pone en su trabajo toda la esperanza de que sea retribuido al hacernos de sus creaciones de manera legítima.

La ética es un valor moral que se a perdido gracias a la idea de que puedes llegar a donde tus sueños te lleven sin importar a quien debas pisar por alcanzarlos. una competencia inútil y vana que se nos enseña desde las escuelas que solo buscan consumistas torpes y ciudadanos endeudados.

Pero ojo, no estoy a favor de la caza de brujas, ni limites a la libertad de expresión o la cancelación, porque borrar palabras o quemar libros, eso es peor solución que el problema que se busca atacar. Si se crea un sano debate, crítico, inteligente y pro activo, es mejor así poder entender las raíces de una idea ignorante, intolerante o simplemente estúpida, porque no se puede ocultar el sol con un dedo.

Es claro, si la gente empieza a cultivar su pensamiento crítico y comienza a pensar con ética, lo más seguro, es que muchas de las acciones que se realizan a escondidas o públicamente sean de un valor mayor moral y esencial, que esas manifestaciones aberrantes, de las cuales ya di ejemplo claro en esta reflexión.

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