jueves, agosto 04, 2022

Dolor no es amor

 


Durante años se ha dicho que la letra con sangre entra, que sin dolor o sacrificio no hay recompensa, que solo aquello que te cuesta sudor, sangre y lágrimas es lo que vale la pena por ser alcanzado, y es la verdad creativa de la evolución, porque, es verdad que todo aquello que te destruye en un sentido inverso te construye.

Pero dentro de la fuerza tan arrolladora que es el amor, esta forma de crecimiento y reconstrucción no procede, ya que el amor se sustenta en sí mismo para existir y no en su experiencia acumulada.

Es decir que todo aquello que recuerdes con dolor, con llanto, con una contrición en el corazón, absolutamente no es amor.

El problema es como ya se sabe, la mayoría de la humanidad ignora que es el amor y lo confunde con deseo, con apego, con pertenencia, con posesión.

Entonces todo aquello que rodea la cultura occidental está lleno de dolor y sufrimiento, sus películas, sus canciones, sus libros, su sociedad.

Aún recuerdo como es que unos familiares cercanos siempre se reunían en torno a una silla vacía en el cumpleaños de ese personaje que hace mucho murió y siempre se le recordaba con llanto y dolor, y para mí, esa era una muestra perfecta de lo que el amor no es. Sin embargo para ellos realizar ese ritual complacía sus mentes masoquistas.

Ese es el meollo, la mente masoquista, esa que tiene necesidad de sufrimiento, porque dentro de ese sufrimiento está la promesa de un futuro mejor, la ilusión de que al final del túnel saldrá la luz, porque siempre es mejor la recompensa que está en el futuro que la bendición que está sucediendo ahora mismo. Porque cuando somos bebés, se nos recompensa al llamar la atención al sentir dolor, frío, hambre, los cólicos, rozaduras del pañal, al llamar la atención se nos recompensa con el abrazo, con el seno materno que nos alimenta. Sufrimos, y a través de ese sufrimiento somos recompensados, consolados.

Después, la religión nos alimenta toda la niñez con pendejadas de cielos he infiernos, con un dios, que como un árbitro está viendo tus actos para premiarte o castigarte.

Y cuando entramos a la escuela la cosa se pone peor, porque en vez de enseñar a amar el conocimiento, te enseñan a ser competitivo, té dan un número que te da un valor y que te califica, por lo tanto te posiciona y te define. Cuando eres solo un número que compite viene la vanidad o empoderamiento cuando estás en la cima, pero también viene la depreciación cuando no alcanzas los estándares pre establecidos.

Es claro que la humanidad confunda el dolor como parte integral del amor.

Y no, el amor simplemente es una fuerza, una energía que no es mala ni buena, solo es una energía que sucede y que sustenta la vida.

El sol sucede, pero aunque es un efecto físico de energías termonucleares que no tiene nada que ver contigo, al final, tiene todo que ver con el total de la vida misma, y su radiación, que solo es una causa en base a un efecto genera vida y todo lo que nos rodea, alimenta y da vida, por lo tanto el sol es una muestra de amor tangible, el amor de la construcción, de la energía que se da, sin obtener beneficio alguno, pero que en su existir existe todo.

Si perdiste un familiar o amigo es natural sentirte triste, pero si entendieras el amor, serías agradecido por haber tenido la oportunidad de haber conocido esa forma de amar. Ese dolor que sientes solo es el egoísmo de creer que eso que recibiste como regalo es tuyo o te pertenece.

 

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