Cuando veo a las mujeres en la calle o en las plazas públicas me imagino que clase de hombre idealizan y que clase hombre realmente tienen.
Si esa mujer en cuestión es absolutamente superficial pelo planchado, exceso de maquillaje y toda la actitud de vídeo de reggeton, seguramente busca un wey igual al de esos vídeos que consume y disfruta. Vemos al tipo con gorra de béisbol (incluso en interiores) sudadera (incluso con un chingo de calor) pantalón de brinca charcos, con desgaste artificial claro, y una colección absurda y barroca de tatuajes que dan risa.
Cada mujer tiene el tipo de pendejo que se merece, pero jamás el que cree merecer, porque es claro, que una mujer que es altamente sensible y despierta emocionalmente en muchos sentidos, seguramente su intuición le dirá mira en otra dirección, busca en otras formas de pensamiento, eres más que eso que se está ofreciendo y regalando.
Recuerdo muchas de las más hermosas compañeras de mi escuela que solo salían con los chicos más guapos y pudientes, después de tantos años, y al saber por algún accidente fortuito de sus vidas, las veo gordas, envejecidas, casadas con algún bodrio de ser humano, si es que ese marrano parado puede catalogarse de esa forma. Resignadas a lo que la suerte y la vida les otorgó, y como destino, morir y envejecer al lado del tipejo que eligieron.
Otras las veo saliendo de dos o más divorcios con hijos de uno y de otro, aún tratando de exprimir lo que les queda de vida, porque la juventud se fue hace mucho.
Las amistadas y relaciones amorosas son un excelente medidor de en donde nos encontramos, esos amigos y amores son el espejo de lo que somos. No es mala suerte, ni es que cada relación sea peor que la anterior, es que tu nivel de estudios, tu nivel social, económico e intelectual así lo dictan.
La vida mantiene una relación equilibrada y justa, absolutamente matemática. La vida busca la simetría te pone en el lugar donde exactamente perteneces y con las personas que están en tu medida y dimensión. Si crees que estas rodeado de estupidos, ineptos y pendejos, lo más seguro es que tu seas uno más de ellos.
En la manera que un ser humano se enriquece, en la manera que se desarrolla, se conoce y se disciplina, en esa medida es que crece su estatus moral, mental, intelectual ¿y porque no? Espiritual. Cuando te encuentres rodeado de seres humanos sensibles, comprensivos, amables, inteligentes y que no necesitan demostrar ni aparentar nada, en ese momento sabrás que has crecido.
Por eso me es divertido ver esas parejas tan similares y tan divertidas viviendo su pobre realidad compartida y dirigiéndose estrepitosamente al fracaso.
No es casualidad que México sea el peor lugar para elegir pareja, ya que es el lugar donde más asesinatos son realizados por aquellos que dijeron amarnos.
Es un país donde la falta de respeto a sus cuerpo y a su inteligencia es evidente. Futbolistas, Guadalupanos, populacheros, ambiciosos, ignorantes, manipulables y corruptos. Desgraciadamente ante un gremio tan nefasto es difícil desarrollar o cultivar una amistad y peor aún una relación estable, aunque hay casos en que esos dormidos estén tan adaptados a su porquería humana y sus expectativas tan bajas, que ya se acostumbraron a vivir así.
Aquí en el edificio que habito hay una pareja singular, el es el clásico don vergas, ser repugnante que busca por todos los medios salirse con la suya tratando de chingar a quien pueda y a quien se deje. Alguna vez he escuchado sus gritos de pelas maritales y su olor a mariguana que fuma en su balcón con otros seres tan nefastos como el. En algún momento sentí compasión y empatía por la pobre mujer que lo soporta hasta que me di cuenta de que son tal para cual, seres mínimos de la misma calaña.
No, no es mala suerte ni destino, es causa y efecto, estás rodeado de la gente que se parece más a ti y tus relaciones serán a la medida exacta de tus capacidades, así es que cuando te toque el chingadazo no digas que no lo viste venir.
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