jueves, septiembre 23, 2004



MAS FUERTE QUE LA MUERTE, EL AMOR

Hoy la vi, después de tanto tiempo. Su rostro lucia un tanto
diferente del que yo recordaba pero esa chispa en su mirar era la
misma, ese amor tan grande que me profeso por tanto tiempo se
mantenía de la misma manera e intensidad que el día que me dijo que
me amaba y que era yo su único y verdadero amor; no lo pudo soportar
y sus lagrimas rodaron por sus mejillas. esas lagrimas que tanto
tiempo me pesaron en el alma, como cuando le dije que no podríamos
vernos mas, como cuando le dije que lo nuestro no podía ser, como
cuando le dije que yo también le amaba y que extrañamente por eso
le decía adiós. Lo mas extraño es que de pronto mis ojos se
humedecieron y yo también comencé llorar y es que ella conoce esa
extraña y cruel facultad que tengo para no poder llorar, así fue que
pasaron sin lagrimas los funerales de mis padres y algún hermano,
con la ausencia de lagrimas en mi mirar aunque por dentro se perdía
algo, se vaciaba algo, pero mis ojos se negaban a dejar salir alguna
gota de agua salada y ahora de ningún lugar y sin detenerse estas
salían con tanta libertad como si fuera su costumbre. pero ahora
eran mas raras aún porque mi llanto era de una muy compleja e
indescriptible felicidad, de verte ahí parada, con tu media sonrisa
que me decía sin palabras toda la paciencia que ese corazón mantuvo
pera volverme a ver en este momento, en este nuevo tiempo, para ser
de ti ahora sin ya mas obstáculos para darte todo mi amor y entrega
como se lo merece una mujer como tu.
alcance a decirte unas cuantas palabras aunque aquellos tipos de
blanco me dijeron que evitara hablar. -Como fue que no llegaste
antes, por que tardaste te tanto-. me tomaste de la mano y tus
lagrimas salían con mayor fuerza y las mías también. mis hijos
entendiendo lo que ahí estaba ocurriendo respetuosamente nos
dejaron solos, aunque ya les habían dicho que en cualquier momento
podría todo llegar a un fin y desenlace. Si no fuera por estos
malditos tubos que tengo por todo el cuerpo y en la cara me lanzaría
a abrazarte y cargarte como cuando corríamos por el mar libres,
plenos y tan llenos.
Mi esposa había muerto ya hace unos años y fue una de las partidas
que mas me dolieron en la vida pero nunca hubo engaños de mi parte y
ella siempre supo que la ame con todo el corazón pero sabia de ti y
que cuando nacemos para el amor este se da sus maneras para
encontrarte y así fue que en aquella playa en uno de mis tanto
viajes la vi a ella y supe entonces que había nacido con un
propósito y un fin, el de encontrarte y decirte yo soy tu mitad tu
complemento tu vida y ser. Pero la vida te dispone pruebas o retos
que debes sortear con paciencia. me pregunto que abría sido de mi si
hubiera sido fiel a tu espera, a la llegada del único y verdadero
amor ¿habrías llegado? ¿te hubiese encontrado? No cabe duda que
somos marionetas del destino. mi vida ya estaba forjada y ante un
Dios había echo tantos juramentos, que solo me quedo dejarte sin mi
diciéndote que si nuestro amor era real perduraría a pesar del
tiempo y las circunstancias y este nos uniría para siempre tarde o
temprano.
Y mírate ahí, tan linda, tan tu, tan fiel a tu amor e ideal y mírame
a mi aquí en espera siempre de encontrarte tan feliz como un día de
domingo.
Mi rostro se quedo impávido y serio, mi mirada se perdió en la tuya
y de pronto al infinito. una ligera e imperceptible sonrisa asomo en
mi rostro y los respiradores ya no fueron necesarios y ese constante
y molesto bip que imitaba los latido de mi corazón solo fue un tono
largo. me tomaste de la mano mas fuerte aun y dándome un beso en al
mejilla humedeciéndome con tus lagrimas mi rostro, me dijiste, -te
esperare toda la vida mi único y verdadero amor -.
yo se que así será.
Mientras el viento afuera soplaba tranquilo meciendo la copa de
los árboles con una indescriptible paz.

Armando Vega. para el libro de cuentos cortos Aldanaí y sus caricias
en azul
armando_vega@terra.com.mx

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