jueves, julio 02, 2015

Casiopea



Principio de simetría

El principio de simetría  equilibra las formas naturales en un balance correcto haciendo de la vida un perfecto orden de formas, figuras, leyes, fuerzas y demás.
La naturaleza sabía creadora y simplificadora de las cuestiones más difíciles de la evolución resuelve con creatividad y sencillez su trascendencia y su supremacía hacia la mejor y más funcional forma de existir.
El problema viene cuando te das cuenta de la organización que utiliza la creación para simplificar procesos, es decir que la naturaleza trata de hacer que los iguales se unan se unifiquen en sociedades, en grupos, en conjuntos, este procesos de igualar ecuaciones funciona en los músicos, los guerrilleros, los políticos, los deportistas y demás grupos sociales bien identificados.
Siempre he estado de acuerdo en una cosa, la humanidad en su conjunto, con todos sus matices y sus aristas es una, el ser humano es uno, obviamente  con distinciones variadas en sus usos y costumbres, así como a lo que le rezan, lo que comen y la manera como resuelven sus problemas de vivienda, alimentación y educación. Pero en el fondo todos son los mismos monos mediocres, egoístas y asustados.
Ahí es donde viene el problema, siempre me aturde, me enfada, me desequilibra el comportamiento de esta desastrosa humanidad, que no entiendo, que no comprendo y con la cual no comparto la mayoría de sus metas sueños y creencias. El problema es que siempre tengo a los más grandísimos pendejos cerca de mí y en diferentes momentos y circunstancias. El problema viene a sabiendas de que la naturaleza pone a los iguales cerca, por un concepto de simetría, equilibrio y balance natural. Entonces ¿eso donde me coloca? ¿En qué lugar estoy? y ¿cómo es que ese lugar se mantiene en balance y equilibrio, alrededor de seres que por condición, función y distribución son mis cercanos, vecinos, congéneres y contemporáneos?

Canción Casiopea de Silvio Rodríguez

Como una gota fui de la marea
 La playa me hizo grano de la arena. 
Fui punto en multitud por donde fui
Nadie me detectó y así aprendí. 
Cuando creí colmada la tarea
 Volví mi corazón a Casiopea. 

Cumplí celosamente nuestro plan: por un millón de años esperar. 
Hoy llevo el doble dando coordenadas
 Pero nadie contesta mi llamada. 
¿Qué puede haber pasado a mi señal? 
¿Será que me he quedado sin hogar? 
Hoy sobrevivo apenas a mi suerte
 Lejano de mi estrella de mi gente. 
El trance me ha mostrado otra lección: 
El mundo propio siempre es el mejor.
 Me voy debilitando lentamente 
Quizás ya no sea yo cuando me encuentren


Escrito ya en casa Berna, Suiza. 27 de junio de 2015 16:38 pm

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