martes, junio 27, 2017

Ser espiado es normal


El problema de que el presidente Peña Nieto salga a decir que todos somos espiados y trate de hacer pasar eso como algo normal, refleja la impunidad con la que está reprobable costumbre, herencia de las modernas tecnologías, es aplicada sin problemas y sin consecuencias, y donde los valientes que se han atrevido a no ser parte de tan deleznable acto, son acusados como criminales.

La compañía que vale más que todas en el mundo no es una de petróleo, ni de computadoras o teléfonos, es un buscador que solo ofrece servicios gratuitos (Google) que son muy prácticos. El problema de cuando recibes algo gratis sin condiciones  entonces el producto eres tú.

Después de los escándalos de cómo los metadatos son usados indiscriminadamente, ahora las aplicaciones tienen que explicarte que te están espiando en sus términos y condiciones y si no lo aceptas simplemente no puedes hacer uso de tal aplicación, aunque sea de pago.

Llegamos al mundo distopico , al mundo totalitario, manipulado y controlado por los espías tecnológicos, pero a diferencia de el libro 1984 de George Orwell, aceptamos someternos de forma total y absolutamente voluntaria.

Toda nuestra vida está expuesta, ya sea por medio de las redes sociales virtuales, por los datos que son registrados en nuestros pagos bancarios o por las credenciales de identidad ofíciales, los cuales están digitalizados, y todos esos datos deberían de ser privados o restringidos, pero se sabe que tienen un amplio mercado y de hecho son vendidos en las redes oscuras, con fines inciertos y totalmente ilegales.

Actualmente el nivel de control y escaneo de la población a llegado a crear mapas corporales en relación al biotipo único, a crear mapas de iris, de huellas digitales, de huellas de voz, de mapeo de redes de wifi las cuales crean imágenes tridimensionales que ofrecen imágenes que son recompuestas donde se puede tener una imagen total de todo lo que sucede dentro de una casa, sin necesidad de cámaras de video, tal cual funcionan los sonares de los submarinos o los sentidos de los Murciélagos.

Cuando las computadoras cuánticas puedan manejar toda esa cantidad de datos, el nivel de poder y control que se tendrá de la sociedad, será algo que no tendrá precedentes, por lo que la manera en que se pueda manipular y controlar la población, nos llevará a una dictadura y la imposición de un gobierno único que tenga control de los pensamientos y las decisiones de todos.

Desgraciadamente la apatía de la gente y el poco conocimiento de quienes voluntariamente otorgaron su fotos, datos, pensamientos y costumbres sociales, le otorgaron ya un poder demasiado grande a un monstruo que ya se alimenta automáticamente, y que ni siquiera aunque  dejáramos de usar los aparatos inteligentes  solucionaría tan grande espionaje y control, el daño ya está hecho. 

Quien por estas maneras de espionaje ha sido víctima de abuso por robo de identidad, por secuestros, o por robo a sus viviendas,después de unos litigios muy difíciles y caros, les ha sido devuelta toda la información que los buscadores y redes sociales acumulan y archivan de ellos, la cantidad fue igual a la de tres guías de teléfonos, donde se especificaban datos no sólo de él si no de todos a los que él tuvo contacto. Datos bancarios que deberían ser secretos, datos de posicionamiento y geolocalizacion en todo momento (aunque no tuviera GPS su teléfono) así como todos los registros de llamadas y mensajes que se hicieron en teléfonos móviles y líneas telefónicas domésticas. La identificación y reconocimiento facial de todas las personas y lugares de las fotos que estén dentro de las redes sociales y las que no también, solo por el echo de estar digitalizadas dentro de una computadora y el registro puntual de hora, fecha y lugar donde todos esos datos se obtuvieron.

Realmente no se necesita toda una gran infraestructura para poder espiarnos sin el mayor tapujó, solo se necesita ser parte de la sociedad moderna. Ese poder que es el de la información ha sido la herramienta de control más redituable y valiosa que un gobierno o institución tiene.

Realmente el que una aplicación o red social tome el control de tu cámara de video, de tu micrófono, de tus fotos, de tus datos debería ser aterrador ¡pero no lo es!, al contrario, es una forma de pagar el precio de estar informado de lo que hacen los demás, aunque las empresas y gobiernos tengan acceso total e íntimo a nuestras vidas,deseos y costumbres  y peor aún con nuestro consentimiento.

Lo que la mayoría dice y piensa es que sus vidas no son tan importantes como para que tenga trascendencia el que un gobierno la vea o que no tienen nada que ocultar. El problema son los metadatos, esas pequeñas herramientas de espionaje dentro de las aplicaciones y computadoras, que sirven de puntos de información estadística, que analizan nuestras costumbres, nuestros gustos, nuestros horarios, y que sirven para poder ofrecernos más opciones de consumo y entrenamiento direccionados y puntualmente, diseñados para el control y la obediencia social.

De ninguna manera y en ningún sentido el espionaje debe de considerase una actividad normal. De ningún sentido ni  aún con el consentimiento, la recopilación de datos con cualquier fin debe de ser una actividad común, normal y permitida.

Comprar una máquina de escribir no le da derecho al que la vende saber que escribo y que pienso. Comprar un auto no le da derecho a la compañía a espiar mis movimientos y con eso hacer dinero de ninguna manera.                 

 

 

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