Yo no compro, porque no es posible que sobre el miedo y la esclavitud de mis hermanos este cimentado el desarrollo de unos cuantos y el sufrimiento de millones a causa de la contaminación y sumándole la angustia y el estrés que causa querer tener más por la vacua idea de ser mas.
Yo no compito, porque supere la etapa animal de marcar mi territorio y ser el mono dominante. Mis huellas dactilares, mis ojos, mis rasgos, mis genes son únicos, entonces como competir si no hay ni un ser que pueda ser igual a ningún otro, y al ser únicos, eso nos hace irrepetibles he inigualables.
Yo no idolatro, porque hasta el humano más inteligente, talentoso o hermoso es solo un primate evolucionado en un nivel muy bajo, su cerebro no es capaz de entender los mínimos misterios de las fuerzas naturales que lo rodean. Entonces somos iguales en todo sentido.
Yo amo, porque para amar se necesita un nivel de inteligencia superior que alcance todos los posibles escenarios y todas las posibilidades, causas y efectos.
Yo no deseo, porque el deseo es la causa de la infelicidad, y la vida es muy corta para soñar con el futuro, mientras la vida sucede en cada instante.
Yo no temo, porque somos enfermos terminales, estamos condenados a la muerte desde que nacemos, entonces ¿cómo vivir con miedo? si mi destino ya está marcado, es inexorable y claro.
¿Soy feliz? No todo el tiempo, porque la felicidad es una droga, engaño de la bioquímica cerebral, pero si soy pleno, y ser pleno es estar consciente de mis limitaciones, de mis virtudes y dentro de ellas puedo vivir en equilibrio y en paz.
armando_vega@icloud.com
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