miércoles, abril 20, 2016

La trampa del apego bioquímico



Tenemos un motivante  que es el más poderoso de todos los demás instintos y deseos bioquímicos, ese es el amor. En los animales surge como un instinto de supervivencia que logra que las hembras cuiden a sus crías, no por un sentimiento, si no más bien por una orden escrita en el código genético, y no por eso los animales carecen de sentimientos, que ejemplos hay muchos, de como ellos pueden sentir de una manera tan profunda y entrañable como los monos sapiens, pero que al no ser controlados y manipulados por el raciocinio de tal sentimiento, sólo lo expresan natural y salvaje como es su naturaleza.

Para el mono sapiens el amor que es una sustancia química segregada por el cerebro, que  ciertas glándulas diseñadas para ese fin que se encargan de suministrar, y que el mono sapiens interpreta como patrones de conducta sociales inherentes de su humanidad. Por medio de estas sustancias y la manera de como el mono aprende se va creando patrones sociales muy interesantes, que al ser una constante pueden ser manipulados para ciertos fines, como crear sociedades organizadas y egoístas, donde el beneficio de tu familia esté por encima del beneficio de cualquier otra familia, ya que los otros, siempre serán los extraños, los diferentes los desechables, siempre que estén por encima los intereses de tu familia. Este tipos de conducta humana a servido muy bien para separar a los mismos monos sapiens en diferentes credos y colores,donde la idea de morir por amor es la más romántica y heroica de todas ¿Quien no en sus cabales daría la vida por un ser amado? El instinto de supervivencia es muy poderoso, pero el amor, lo es aún más. Cuando en el aeropuerto después del accidente de una avión aparecieron los nombres de las víctimas mortales las emociones y desmayos fueron devastadores, pero cuando aparecieron los nombres de los pocos sobrevivientes, la alegría de los familiares que recibían la noticia era difícil de ocultar y contrastaba las dos situaciones paralelas.

En situaciones así,nos damos cuenta de que el amado tiene trascendencia y lugar, pero aquel que está fuera de nuestro radar de amor es insignificante y carece de valor, por esos podemos mirar indiferentemente los noticiarios, sin inmutarnos de la pena que embarga a los afectados, por lo que los morbosos telediarios reportan con fines de entretenimiento y venta de medicamentos y demás servicios.

El amor es tan poderoso que nos puede obligar a renunciar a viajar a otros países o de quedar arraigados a ellos de por vida, por considerar el pedazo de tierra que nos vio nacer como la raíz y base de nuestra identidad, basada en un patriotismo y sentimentalismo inyectado y mamado desde la educación básica. Y el amor mismo nos obliga a emigrar con fines de darles lo mejor a los seres amados, aún por encima de las necesidades propias.

Aunque todas las religiones prodigan el amor como universal, la verdad es que dentro de sus filas y creencias son muy discriminativos con quien no están dentro de los cánones de conducta de sus guías, Biblias, y libros escritos por un supuesto" Dios"

El amor por un credo, por un familiar, por un país, por el dinero, por el placer, por tu mascota o lo que sea que activé esa sustancia química que te mantiene adormecido y presa de múltiples manipulaciones mediáticas y sistemicas es una perfecta herramienta de control, una perfecta herramienta de manipulación que tiene que ser racionalizada, comprendida y contrapuesta con la lógica, a raíz de nos ser atrapado por una trampa que nos obligué a creer que las causas de nuestros actos y nuestras decisiones son tomadas con total albedrío y voluntad propia.

Muchas madres que asistían a la ejecución en gringolandia de sus monstruosos vástagos, asesinos múltiples y violadores confesos,  aún ahí veían en esos despojos de la sociedad moderna con un rayo de luz y esperanza, en el amor que sentían por sus hijos que morían de tal manera, y conozco madres de sus propios violadores y aún así  amarlos hasta el final de sus días, sólo por una idea de ciego amor en sus conciencia que sin lógica, ni sentido, hace que triunfe la sin razón antes que el pensamiento lógico.

La familia, la patria y la religión son factores de encarcelamiento mental, que si no son comprendidos en su raíz biológica, pueden ser una trampa mortal para nuestro aprendizaje y discernimiento completo de un mundo enorme, maravilloso y lleno de cosas  por amar, pero sin depender, ni estar apegado a ellas.

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