Decía un correo que recibí de un balneario gimnasio donde asisto diariamente, que en causa de el medio ambiente, dejarían de mandarme las indicaciones de pagos y promociones en papel y solo lo harían por medios electrónicos.
Eso es de risa, porque en ese lugar, él desperdicio de todo, agua, comida y energía es brutal, además de que los ignorantes de dicha marca monopolica que es Migros, no entienden que de todas formas, la huella de carbono que crean los servidores y cualquier activo eléctrico es altísima y muchas veces más contaminantes que otras de las cuales quieren prescindir.
Decía un documental sobre el medio ambiente y recursos renovables que si queríamos seguir viviendo con comodidad en un mundo finito y con recursos naturales cada día más difícil de obtener, deberíamos optar por otros medios de obtención de energía, que las clásicas formas muy baratas pero altamente contaminantes. Y ese es el asunto principal, que es “la comodidad” porque es sabido y entendido, naturalmente, por aquellos que se preocupan por leer críticamente las noticias importantes, que la comodidad u holgura de una sociedad económicamente beneficiada, siempre será en proporción inversa a la decadencia y sumisión de la pobreza y la corrupción de naciones jodidas.
Aquí en suiza donde me encuentro no hay absolutamente nada que se cultive, ya que nada de lo que como es de origen, más que algunas ensaladas manzanas o papas, todo es de exportación. Es común encontrar aguacates de perú, de Mexico, de España incluso de Turquía todo lo que comemos vestimos o disfrutamos tecnológicamente viene de otro sitio, y como ya sabemos que suiza le vale madre como se obtenga tal o cual recurso, aunque este recurso venga de la explotación infantil o la esclavitud. Gozamos de un mercado amplio de consumo de toda clase de beneficios, que aunque son extremadamente caros, algunos resultan más baratos que en México o España como las fresas o los aguacates.
Los países ricos, se hacen oídos sordos a cómo se benefician de que la corrupción y los baños de sangre se hagan de las materias primas. La comodidad es primordial para una creciente clase media que goza sin crítica ni remordimiento de por medio.
El mundo disfruta de la Coca Cola o los macgdonals sin importar que esos imperios comerciales sean causantes de miles de muertes, de crisis hídrica en países sin dicho recurso y en la vulnerabilidad de los derechos laborales. Aún así la gente no para de consumirlos. Es como cuando Estados Unidos de América invadió Irak, todos protestaron, pero nadie hizo un boicot económico a las gasolinas, porque gracias a esa invasión, los pinches gringos pudieron seguir manteniendo su nivel de desperdicio energético cómodamente.
Si, la comodidad es maravillosa, tener toda la comida y lujos que el dinero te otorga es increíble. Cambiar la ropa nueva cada 3 meses y solo pagar un dólar o tres por prenda es genial. Comparar una arma al cumplir los 18 años es un placer además de una ley constitucional en gringolandia y no se diga tener un auto diferente para cada día. Pero, ¿y los países a los cuales estamos enterando en la contaminación, la miseria, la corrupción y la muerte, qué? ¿Solo será mala suerte por haber nacido en naciones subdesarrolladas? A la mayoría de la gente se le olvida que el dueño de los carteles de drogas de cualquier tipo son aquellos que los financian, y ese eres tu con tu adiccion. Aquí en suiza el mercado de las drogas cada año sube y sube sin que la sociedad pueda controlarlo, porque la gente podrá tener todos los lujos que considere merecer, pero por dentro, están hechos una mierda, buscando desesperadamente el amor en Tinder, presumiendo sus falsas vidas y felicidad en sus redes sociales y tratando de escapar de su país de origen, con tal de encontrar en otros lugares más exóticos la respuesta de sus vidas sin sentido.
Los más de 200 tiroteos en lo que va del año en gringolandia te deja ver que tenerlo todo resuelto en materia económica, no genera felicidad automática precisamente.
Esos que tienen dinero, que viajan, que no sufren de falta de agua luz o seguridad, son lo que sufren más depresiones, ansiedades y sin sentido en sus vidas, adictos a medicamentos psiquiátricos y a drogas recreativas, tan en extremo, que sus orines contaminan ríos con antibióticos y cocaina en exceso.
Vivimos en un ecosistema equilibrado y hermético, todo lo que le hagamos al medioambiente o a otros pueblos menos favorecidos, tarde o temprano nos llegará de alguna manera u otra. Es como en los pueblos alemanes que el año pasado murieron cientos de personas atrapados en lo más íntimo de su comodidad, por unas lluvias torrenciales atípicas, todos anonadados porque esas noticias normalmente se dan en pueblos pobres, no en vecindarios de ricachones gordos que no tenían idea siquiera de lo que era sufrir.
Así como las pandemias pasadas y por venir, otro tras pie a tu preciada comodidad, también ocasionadas por la alteración sistemática al orden natural.
Decía el documental si no encontramos una manera de mantener esta comodidad reinante en los próximos diez años, todos perderíamos esta etapa dorada de desperdicio y abundancia, y digamos, que para los que ya perdieron todo, nada queda por perder, pero para esos caprichosos monos egocéntricos consentidos y chiqueados que delicia ver lo que se les viene encima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario