sábado, julio 09, 2022

Leyes frente a un amor desbordante

 


Tu podrías hacer revoluciones, manifiestos, decretos, leyes que obliguen a tal cual persona a actuar de una determinada manera, por ejemplo a respetar a las personas de un diferente color de piel condición social o físicamente impedidos, pero solo el amor verdadero está por encima de leyes de mandatos y demás burocracia social que obliga a los humanos a comportarse a pena de un castigo.

Cuando un panteón cerrado a su idiosincrasia acepta sepultar en sus tierras una persona de un color diferente de una ideología diferente o de una vida distinta es porque detrás de eso hay un espíritu iluminado por el amor y una historia maravillosa detrás.

Conocí muchos homosexuales en mi vida y desgraciadamente fueron personas terribles en su forma de expresar su pobreza espiritual y su odio por la vida, eso me otorgó una idea negativa de ellos, pero también es verdad que conocí un pequeño puñado de ellos, que fueron íntegros humanos, los cuales devolvieron mi fe en la sociedad por lo que es y representa y no por sus gustos personales dentro de su vida privada, por lo tanto, el amor sin género ni etiquetas esta más allá de lo que te guste o lo que te desagrade.

Solo un verdadero amor desinteresado puesto en práctica, sin fines personales, ni recompensas veladas, puede lograr cambios en cualquier política, religión, ideología o partido. 

Escuche decir que cuando la madre Teresa de Calcuta (una figura pública muy polémica, bien así decirlo) cuado ingresaba a los aeropuertos, nadie se atrevía hacerle un control, ni siquiera se le pedía boleto para abordar un avión  y según esto ni siquiera tenía pasaporte o identificación personal, se cuenta que algún día la religiosa visitó un emblemático tugurio en Mexico en pleno centro del mariachi, ubicado en Garibaldi, según el testimonio, la gente se quedó totalmente en silencio y nadie sabía realmente qué hacer, porque el aura de santidad que tenía esta polémica religiosa impregnó el ambiente del lugar.

Cuando un amor tan grande puesto en práctica se manifiesta en una vida humana, cualquier regla social, cualquier trámite oficial, cualquier frontera o revisión, no aplica, porque la representación absoluta del espíritu humano es más grande que la organización social que estos monos se quieren imponer.

Se cuenta de las aventuras ficticias o aumentadas del Buda, que disfrutaba mucho de los grandes banquetes en compañía de reyes, dictadores o cualquier personaje público y famoso, es claro que cualquier potentado sintiera la necesidad de tenerlo en su mesa, algo raro y complejo, siendo que Buda no era nada en realidad, es decir no era religioso, ni era militar, ni era médico, ni era maestro, era solo un humano que estaba consciente del amor en todas las cosas.

En la mitología cristina se cuenta que los judios durante el juicio de Jesús de Nazaret lo llevaron ante Herdoes el grande, la fama de Jesús de gran mago y realizador de milagros y portentos le abrió la puerta inmediatamente a una audiencia personal con el mandatario, sin tener cita previa, sin hacer cola para ser recibido o sin ningún trámite que cualquier otro mortal tendría que hacer sin garantía de ser recibido.

Una humanidad más alta que el mismo humano, sobrepasa sus leyes, sus ganas de aparentar que se es lo que se dice que se es. Un ser humano superior es más grande que un pasaporte, que una ideología, que una religión. Desgraciadamente la humanidad se empecina en ser una medalla, un documento, una foto con filtros en instagram, lo que un uniforme dice que soy, lo que un premio dice que soy. Cuando es claro que el amor real y verdadero habré todas las puertas, rompe todos los candados, cambia el tiempo, las estaciones, las reglas, las leyes, los estatutos y cualquier tontería que los monos humanos se tienen que mentir para poderse tratar de controlar y poder clasificar con números lo que se sienten que son.

Cuando un humano que se ha prostituido a los medios a el entretenimiento a ser utilizado para la distracción y las emociones artificiales es común que la gente grite, lo asalte, lo quiera tocar, quiera un trozo de esa cosa u objeto que perdió su humanidad en pos de ser una figura que solo sirve para sublimar los sueños ajenos. Pero cuando un humano trasciende, se eleva a la forma más pura de amor, se genera una atmósfera en cualquier cosa que realice, ya sea comer, tomar un vaso de agua, simplemente mirarte. Conocí poetas que simplemente al decir sus palabras la gente lloraba y no podía hablar. Hay músicos que cuando están tocando no se escucha ni siquiera un suspiro, su amor verdadero por su instrumento impregna todo y llena todo, no es que alguien te obligue a guardar silencio, simplemente todo tu cuerpo lo sabe, entiende que debe de estar ahí en esa meditación compartida, en ese momento presente que está sucediendo naturalmente. Por eso cuando veas un artista que no ha logrado mantener un silencio expectante en sus presentaciones, es porque su público aún lo ve como un simple objeto de entretenimiento, ese artista aún no ha logrado la comunión consigo mismo ni con lo que quiere transmitir.

Solo me imagino si algún día bajará a la tierra Zeus, Quetzalcóatl, Buda, Mohamed o Jesús el Nazareno ¿Quién será el pedazo de soquete que les pida una selfie o los agobie con gritos, fotos y vídeos? Estoy seguro que si esos míticos seres fantásticos se aparecieran, la gente estaría en el suelo temblando de miedo, emoción, devoción o incredulidad.

Se decía que cuando Newton paseaba por los jardines de Cambridge la gente se apartaba inmediatamente temiendo que su presencia alterara los pensamientos geniales de esa eminencia.

Había un profesor en mi preparatoria que era amargo, malhumorado, enérgico y muy mamon, obligando a salir de su clase a quien hiciera cualquier ruido durante su ponencia. Ni siquiera recuerdo su rostro, su nombre o que materia impartía.

 Había otro profesor, que hablaba tan dentro de su corazón, que venían alumnos no solo de otros salones, venían de otras escuelas, haciendo fila fuera del salón para escucharle, no para pasar exámenes o recibir una nota, venían porque realmente querían aprender lo que ese maravilloso ser tenía por enseñar. Recuerdo todo de ese ser humano y cada palabra dicha aun me sigue enseñando, tantos años después.

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