Cuando quieres conocer algún sitio nuevo, ya sea un restaurante, un nuevo lugar turístico o alguna obra musical, las redes sociales juegan un papel importante en tu decisión, y más aún, con la forma en que tus metadatos son analizados y contrastados según tus gustos y decisiones anteriores por medio de un algoritmo predictivo.
En los vídeos de Facebook o los miles de vídeos de YouTube, siempre hay alguien que ya fue al lugar de tus sueños o ya compró el producto que deseas y tiene una reseña muy detallada, señalándole los puntos buenos y malos de aquello que deberías tener o deberías contemplar.
Me encanta la frase de la película el club de la pelea de que << trabajas en lo que odias, para comprar lo que no necesitas, con fines de agradar a quienes consideras pendejos >> en esos vídeos o recomendaciones patrocinadas por influenciadores, que están pagados para decir que tal o cual cosa es maravillosa; esta encerrada una estrategia de manipulación con fines de marketing que se aprovecha de la psicología humana y de su necesidad de representación.
La representación, es la huella tangible que un humano desea imprimir en su minúscula y misera cantidad limitada de tiempo, cree, y se le manipula para creer, que debe de existir y ser, siempre y cuando cubra una cuota mínima de experiencias y emociones.
Me sorprende como tal manipulación llega a niveles de que aún en la vejez nunca es tarde para ser quien deseas ser, claro que esta, mientras seas un borrego que se dirige a el lugar que se te indique que vayas. Por tal motivo es más común ver hombres y mujeres ya en la tercera edad, con tintes de pelo de colores que antes eran comunes de gente drogadicta, ahora son tiernos abuelitos “modernos” sin miedo a ser ellos mismos. De pronto ves ancianos con nuevos tatuajes en todas partes de su cuerpo. Recuerdo cuando en mi adolescencia los profesores trataban de ser cautos con los chicos, diciéndoles que si se ponían un tatuaje lo más seguro es que se arrepentirán en su vejez, y como cambia la vida, ahora en la vejez te pones tatuajes porque te arrepientes de no haberlo hecho antes jajajajajaja la vida es toda una comedia.
Las personas que se convierten en la ansiedad de vivir del futuro, pero añorando un pasado, tremendamente nostálgicos por lo que perdieron, pero con una prisa psicótica por obtener lo que les falta por vivir, son los monos de barro perfectos, que serán moldeados al gusto del manipulador comerciante que ya no solo te vende sueños y oportunidades, te vende experiencias y emociones empaquetadas.
La vida sucede ahora mismo, sin embargo, lo mejor que esos comerciantes de ilusiones ofertan siempre esta cimentado en tu nostalgia por el pasado y tus anhelos por el futuro.
No hay secretos, ni mandatos, ni mentalizarse, ni siquiera esas mamadas de decretar tus deseos para hacerlos realidad, nada de eso, el presente es todo, no hay pasado, no hay futuro sin un presente bien vivido. Para vivir un buen presente hay que aprender a entenderlo mediante una capacidad de asombro constante, dejando que cada cosa que surge mantenga su magia, su frescura y su emoción.
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