Ha llegado una nueva y linda guitarra a mi vida, es morena como la piel de mis ancestros, como la Guadalupe del tepeyac, como mi tierra dice un bolero por ahí. tan tostada como la compañera de inspiración de mi buen amigo Ulloa.
Es de un sonido fuerte y claro con una acentuación en los graves, pero con una fuerza muy dulce en su interior.
Esta como todas las guitarras que tengo ha venido acompañada de cambios muy grandes en mi vida y me acompaña ahora en una trascendencia de eventos, que la forman más especial que otras, pero no más importante que ninguna.
Ella tendrá por nombre Lamor que junto a Christine, Saly, Angel, serán parte de los trajines de mis historias, dándole énfasis a las suyas, ya reservadas dentro de sus diferentes sonidos y maderas.
Gracias al gran artesano y artista Ernesto Caro López por tan especial regalo y a mi buen amigo Eduardo Ulloa por tan afortunado encuentro.