Hace mucho leí un poema, que me sorprendió por lo sencillo de su contenido y lo profundo de su enfoque. Hablaba de esos amores, que como ladrones furtivos, llegan a veces a nuestras vidas, para transformarlas, para cambiarlas y darles un rumbo y un sentido diferente, mas un buen día, así como aparecen, así se van.
Solo tengo la idea, más o menos así.
Un día llega y distiende tu cama, cambia el dentífrico de lugar, se llena de fotografías tu álbum y de nuevos colores tu estancia, tu viejo cuarto tiene luz, tanta así como tu rostro y todos saben por ese color de tus mejillas que eres feliz.
El ha desaparecido de tu vida, tiendes de nueva cuenta la cama, acomodas el dentífrico en su lugar original, descuelgas esas fotos que ahora hieren en la pared, recoges tus lágrimas y ya todo en su lugar, te dispones de nueva cuenta a vivir.

Yo no lo se de cierto. solo lo supongo.

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