Recuerdo la
farsa de la crisis de la gripe porcina en México. La gente temerosa de su
patética vida tomó (como su ignorancia le indicó a su entender)"
precauciones" por temor a contagiase y morir en consecuencia. Era muy
cómico ver a la marabunta agotar las mascarillas higiénicas buco nasales y su
temor de salir de casa. Su manipulada mente por los medios de aborregacion
popular le dieron tips y recetas de prevención que sólo abordaba las mínimas
recomendaciones higiénicas posibles y lógicas.
Después de
unos días y viendo que la histeria colectiva iba a la baja, más cómico
resultaba que esas mascarillas desechables eran usadas como los calzones y
algunas ni siquiera eran reemplazadas. Vi casos en las que las viejas fumadoras
andaban con medio cigarro entre la mascarilla y la boca, familias de gordos
amorfos como es natural en México, todos con sus mascarillas, bien preocupados
por su salud. Mucha de la gente que temía el contagio, no tenía ni un mínimo
respeto por su cuerpo o su salud con anterioridad por su hábitos diarios y
nefastos para su salud. Gente que fuma 4 cajetillas al día en esa situación
estaba pendiente de su mascarilla. Gente que toma 4 litros de droga cola, esa
agua negra que es sólo azúcar, de pronto estaba preocupada por su vida.
Decía
Salvador Dalí que el no podía estar en la Ciudad de México porque no soportaba
que algo fuera más surrealista que sus pinturas.
El 90% de la
población mundial capitalista y consumista es sólo responsable de su mísera
existencia, hasta que una catástrofe o
enfermedad terminal le aqueja. Sólo en esa situación extrema realiza
cambios verdaderamente radicales y muchas de las veces ni así. Conozco el caso
de un cercano, que después de su congoja y lucha contra el cáncer, una vez
sano, regreso con más ahínco a su hábito de fumar, pero cuando estaba en
tratamiento juraba que iba a cambiar de vida.
Es cómico
verlos todos secos y amarillos, verlos caminar por los hospitales del ISSTE o
del IMSS con 40 kg a un lado de su suero llorando y preguntándose ¿Qué habré
hecho mal para que la virgencita me castigue?
Pero eso si
el domingo de carnitas todos los panzones hasta hacen fila con su refresco o
cerveza en mano.
La sociedad
es un enjambre de gente estúpida que merece morir, merece la extinción súbita y
definitiva. Tiene en sus manos la capacidad de abolir la realeza en políticos y
dictadores, de desterrar la corrupción, de solucionar el hambre mundial de
acabar con las diferencias de idiomas, fronteras y clases sociales. pero sólo
se unen para darle poder a bancos e
instituciones corruptas y permitir que las redes sociales los controlen.
Realmente
deseo, sueño, anheló un Apocalipsis, un descontrol social, que saqué lo peor de
la humanidad, que los convierta en los animales que son, no esa farsa hipócrita
que crearon como sociedad. En ese momento sólo los fuertes sobrevivirán y por
lo menos los vería temblar de miedo, sabiendo que no hay dios, porque sus
gritos y lamentos se perderían en el silencio, como así ha sido siempre, en el
silencio indiferente de un dios muerto, como su inteligencia. Ojalá que ese día
comprendan que su futuro, su dinero, su familia, su religión, su propiedad
privada, su bienestar se pudrirá con ellos y espero que está vez sea
definitivamente.
Todo esto a
colación de que uno de los más grandes científicos del siglo XVII Sir Isaac Newton pronóstico el fin del mundo
para el año 2060, lástima que sólo será
un día más de vida de estos parásitos mundiales sin mayor pena gloria o
trascendencia. Sólo queda espera que el azúcar, la sal, la contaminación, su
propia estupidez y sus vicios se encargué de ustedes. desgraciadamente para mi,
con una lentitud pasmosa.
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