domingo, abril 23, 2017

Si este fuera...

Si hoy fuera el último día de mi vida

Pediría perdón a los que indirecta o directamente

Ofendí, dañe, humille o logre hacer sentir mal

Pero no sin antes decirles: que como catalizador

De un bien mayor, deseo que superado el trago amargo

Se levanten mejores de lo que debían haber sido

Sin haber pasado tal vez por tal desazón

 

Si hoy fuera el final de mis días, te recordaría

Como siempre, que solamente a ti ame y nada más

Que mi corazón te guardo, antes de encontrarte

Y después de haberte vilmente derrochado

Que serás en mi último aliento, lo último

Que cruzara en el umbral de mi vida y pensamiento

 

Si hoy se acabara este teatro de la vida para mí

Saldría victorioso de es papel fantoche que la sociedad

Quería vestirme, que no reduci nunca mi orgullo de ser yo

Que no agache la mirada al deslumbramiento del dinero

Ni sometí mis horas a una labor repetitiva y circular

Que nunca me deje encerrar en un horario, una quincena

Una pensión o seguridad de nada y fui libre de pensamiento

Palabra, creatividad, paso y decisión

 

Si hoy fuera mi ultimo día de estar por aquí

No dejo posesiones, ni dinero, porque me dedique

A recolectar momentos hermosos, y esos se van conmigo

La calles solitarias de Madrid, la sensualidad de la maja desnuda,los relojes derretidos de Dalí, la lluvia de París

Los besos y los árboles de Vancouver, el frío y el amor de Suiza

El impacto artístico del David de Miguel Ángel, la luz de Carvallo, la nostalgia de Berlín, el azul del mar Egeo

Las lágrimas ante el códice Dresden y todos esos amigos

Que en la lejanía de kilómetros atrás se quedaron 

 

Si hoy fuera la ultima luz que alumbre mi mañana

Doy gracias a las musas de mi vida, a su fuego

Su pasión, su lucha, su valía, sus besos, sus ruegos

Sus lagrimas, sus gemidos, su total y desinteresada entrega

Su perdón o su olvido, su ganas de dar todo y otro día nada

Fueron secreto de luz que mis pupilas registraron

El deseo a una estrella vespertina caprichosa, que se concedió

Mis mujeres, que me acompañaron toda mi vida, desde la que me robo aquel beso en la oscuridad de mis infantiles recuerdos

Hasta la que se llevó mi tranquilidad, mi paz y mi corazón

Ellas mis historias, mis poemas, mis dolencias, mi pasión, mi amor, todas mis noches, todas mi lágrimas, toda mi vida.

 

Si hoy se acabara la arena del reloj de mis horas

No se sientan tristes familiares y amigos, porque las horas

Y los minutos que ronde por aquí fueron completos

Le chupe con hambre el tuétano a la vida y nada quedó

En la lista de deseos y peticiones que mi libro de vida forjó

Los perdone hace mucho de sus faltas y me perdone hace mucho también de mis ausencias, no estuve cuando quisieron

Pero si cundo fue preciso estar,familia, calidad antes que cantidad, el mundo es muy grande y el camino apremia

Los amo  y lo saben, porque nunca contuve mis ganas de hacerlo saber, son parte absoluta de mí y fuimos testigos juntos de la vida en su momento determinado, siempre están conmigo

Y conmigo a donde fui los he traído aquí, en mi costado.

 

No sé qué sigue, por el momento aquí sigo respirando

Sigo maravillándome de la vida, el mundo sigue girando y el tiempo se termina, se agota a cada vuelta del reloj, se siguen abriendo puertas y  estas traen sorpresas. Un avión me espera

Para iniciar la próxima gran aventura, que no es más que el inevitable  encuentro, una cita para mis ojos y capacidad de asombro. Roma abre sus dos mil años de historia para mí, sus plazas sus fuentes, sus palacios, sus esculturas su pinturas todo su color.

Si este no es el último día de mi vida, entonces vendrán nuevas experiencias, nuevos poemas, nuevas reflexiones, muchas fotografías más y un nuevo ser que soy yo, pero mejorado.

Solo una postergación de lo que será en algún momento real, que así será, y ese si será el último día que inevitablemente llegara.     

     

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