Si hoy fuera el último día de mi vida
Pediría perdón a los que indirecta o directamente
Ofendí, dañe, humille o logre hacer sentir mal
Pero no sin antes decirles: que como catalizador
De un bien mayor, deseo que superado el trago amargo
Se levanten mejores de lo que debían haber sido
Sin haber pasado tal vez por tal desazón
Si hoy fuera el final de mis días, te recordaría
Como siempre, que solamente a ti ame y nada más
Que mi corazón te guardo, antes de encontrarte
Y después de haberte vilmente derrochado
Que serás en mi último aliento, lo último
Que cruzara en el umbral de mi vida y pensamiento
Si hoy se acabara este teatro de la vida para mí
Saldría victorioso de es papel fantoche que la sociedad
Quería vestirme, que no reduci nunca mi orgullo de ser yo
Que no agache la mirada al deslumbramiento del dinero
Ni sometí mis horas a una labor repetitiva y circular
Que nunca me deje encerrar en un horario, una quincena
Una pensión o seguridad de nada y fui libre de pensamiento
Palabra, creatividad, paso y decisión
Si hoy fuera mi ultimo día de estar por aquí
No dejo posesiones, ni dinero, porque me dedique
A recolectar momentos hermosos, y esos se van conmigo
La calles solitarias de Madrid, la sensualidad de la maja desnuda,los relojes derretidos de Dalí, la lluvia de París
Los besos y los árboles de Vancouver, el frío y el amor de Suiza
El impacto artístico del David de Miguel Ángel, la luz de Carvallo, la nostalgia de Berlín, el azul del mar Egeo
Las lágrimas ante el códice Dresden y todos esos amigos
Que en la lejanía de kilómetros atrás se quedaron
Si hoy fuera la ultima luz que alumbre mi mañana
Doy gracias a las musas de mi vida, a su fuego
Su pasión, su lucha, su valía, sus besos, sus ruegos
Sus lagrimas, sus gemidos, su total y desinteresada entrega
Su perdón o su olvido, su ganas de dar todo y otro día nada
Fueron secreto de luz que mis pupilas registraron
El deseo a una estrella vespertina caprichosa, que se concedió
Mis mujeres, que me acompañaron toda mi vida, desde la que me robo aquel beso en la oscuridad de mis infantiles recuerdos
Hasta la que se llevó mi tranquilidad, mi paz y mi corazón
Ellas mis historias, mis poemas, mis dolencias, mi pasión, mi amor, todas mis noches, todas mi lágrimas, toda mi vida.
Si hoy se acabara la arena del reloj de mis horas
No se sientan tristes familiares y amigos, porque las horas
Y los minutos que ronde por aquí fueron completos
Le chupe con hambre el tuétano a la vida y nada quedó
En la lista de deseos y peticiones que mi libro de vida forjó
Los perdone hace mucho de sus faltas y me perdone hace mucho también de mis ausencias, no estuve cuando quisieron
Pero si cundo fue preciso estar,familia, calidad antes que cantidad, el mundo es muy grande y el camino apremia
Los amo y lo saben, porque nunca contuve mis ganas de hacerlo saber, son parte absoluta de mí y fuimos testigos juntos de la vida en su momento determinado, siempre están conmigo
Y conmigo a donde fui los he traído aquí, en mi costado.
No sé qué sigue, por el momento aquí sigo respirando
Sigo maravillándome de la vida, el mundo sigue girando y el tiempo se termina, se agota a cada vuelta del reloj, se siguen abriendo puertas y estas traen sorpresas. Un avión me espera
Para iniciar la próxima gran aventura, que no es más que el inevitable encuentro, una cita para mis ojos y capacidad de asombro. Roma abre sus dos mil años de historia para mí, sus plazas sus fuentes, sus palacios, sus esculturas su pinturas todo su color.
Si este no es el último día de mi vida, entonces vendrán nuevas experiencias, nuevos poemas, nuevas reflexiones, muchas fotografías más y un nuevo ser que soy yo, pero mejorado.
Solo una postergación de lo que será en algún momento real, que así será, y ese si será el último día que inevitablemente llegara.
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