Poder apreciar la historia, la arquitectura, la ingeniería, el arte detrás de catedrales o restos arqueológicos megaliticos, requiere de paciencia y tiempo dedicados al estudio de la cultura o país que posee estas obras del ingenio humano con el fin de entender un poco la cosmovision de una sociedad que se perdió en el tiempo hace 6 mil o 12 mil años o casos más antiguos,como el de las pinturas rupestres que pueden llegar a ser tan antiguas como 30 mil años en el pasado.
Pero ¿qué pasa? Que el turismo es una fuente de ingresos que inyectan a la economía de los países poseedores de tales portentos históricos, una muy buena fuente de ingresos que dan de comer a los felices residentes que se benefician de el enjambre de iditotas que solo por aventura, por aburrimiento, por oferta de su compañía de viajes se dan una embarrada de cultura exprés, para poder presumir en sus redes sociales que visitaron tal o cual sitio arqueológico o ciudad cosmopolita.
Es causa de esa necesidad de atraer más turistas, es que los sitios arqueológicos de México se han adornado de luces y sonido para hacer de la experiencia mucho más entretenida y claro está más rentable, y así los idiotas puedan disfrutar de un espectáculo mucho más a su nivel,que el de por sí ya es ver estructuras de una ingeniería imposible aún en nuestros días.
Ahora se recurre a luces láser y proyectores que dan a las estructuras y catedrales un toque más dramático, más espectacular. Porqué es muy difícil poder tomar un libro y leer un poco de los estilos arquitectónicos que identifican tal o cual estructura, saber un poco de la cultura que la construyó y además con qué fines religiosos, sociales y políticos fueron concebidas dichas culturas y civilizaciones que pudieron edificar tales maravillas.
Entonces, si les pones luces de colores, sonidos estridentes y efectos especiales, así si tiene sentido visitar esos aburridos lugares, que un neófito calificó de montones de piedras apiladas sin chiste, así si, los idiotas ya tienen el beneplácito de rellenar su capacidad nula de asombro ante una demostración de teatralidad tan cutre y corriente.
Con un poco de estudio y vista a una biblioteca se podría descubrir que las catedrales católicas son todo menos eso, ya que están llenas de códigos ocultos basadas en mitología nórdica y egipcia. Que las pirámides son objetos representativos matemáticos precisos del cosmos y sus constelaciones, que las medidas matemáticas convergen con una precisión asombrosa con equinoccios y solsticios de una manera tan bella y perfecta, que nos dan muestra de la inteligencia olvidada que estos antepasados manejaron.
Pero todo se reduce a un simple show con fines económicos, a fin que el país corrupto en cuestión se llene de dinero de esos estupidos turistas, que no saben nada de nada en general, ni antes ni después de sus banales viajes de cultura falsa.
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