Cuando era un dios enano me sentía solo y miserable,entonces cree un mundo microscópico con el fin de que las pequeñas criaturas, animadas con mi soplo divino me adorarán. Pero algo salió mal, con el pasar de los siglos las pequeñas miserables criaturas no me veneraban como era debido, entonces con mi iracunda venganza los destruí a todos, excepto a algunos que si sabían apreciar a su Dios. Pero siempre resultaba igual, los destruía me amaban un rato pero al pasar de los siglos me olvidaban de nueva cuenta. Cansado de esos arrebatos me fui empequeñeciendo cada día más,víctima del olvido, el silencio y la poca fe de mis monos de barro.
Fui tan pequeño que un día fui uno de ellos les dije por todos los medios conocidos que era yo su dios que me debían culto y veneración. Ciegos,sordos y mudos mis monos de barro me torturaron, martirizaron y asesinaron.
Más furiosos que nunca les retire la palabra y los condene a mi silencio eterno.
Solo serán por siempre una sucia piedra azul pérdida en la inmensidad de la nada creyendo ser libres, solo porque no saben la dimensión de su jaula.
armando_vega@icloud.com
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