El deliberado atraso tecnológico

Hace poco me llamó la atención el nombre de una mujer que se llama Sibila, cuando le dije lo especial que me parecía su nombre, y si ella sabía el significado y trascendencia de este, me resultó aún más intrigante que nunca se lo había preguntado.

 https://es.wikipedia.org/wiki/Sibila

Pero como todo, en realidad nadie se pregunta nunca nada, entonces no es tan extraño a fin de cuentas.

Algo que me parece destacable es como se nos dosifica la tecnología, y ya que esta tecnología no está tan escondida como la historia o verdad histórica o como la realidad política o acomodamiento geopolítico para ciertos fines imperialistas, es raro que nadie se pregunte qué sucede con los avances tecnológicos y como estos nos están llegando a cuánta gotas por un fin meramente comercial.

Hace algunos años salieron a la luz documentos que desclasificaban métodos de espionaje de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra fría entre comunistas y capitalistas, entre esas rarezas se mostraba la tecnología de micro cámaras ocultas dentro de un reloj en plenos años 50s o geolocalizadores por ahí de los años 70s. Tal vez lo más interesante eran las pantallas LCD de los submarinos rusos también de 1970, que contaba incluso con pantallas táctiles y métodos de comunicación parecidos a los mensajes de texto instantáneo de la telefonía moderna.

No es de extrañar las personas que vivieron la era de las máquinas eléctricas para jugar videojuegos de monedas  por ahí de finales de los 1990, que los colores y textura de juegos como Killer Insticnt eran muy fluidos eh insuperables, los combos eran impresionantes y la calidad de video era única, ya que nadie podía poseer esa tecnología fuera de las salas dedicadas a este menester como negocio rentable. Años después  llegaría el play station uno, con gráficas feas cuadriculadas y muy atrasadas a lo que se veía, y que apenas 28 años después estamos alcanzando en colores, gráficos y textura de ese nivel.

Por ahí en YouTube se puede ver una mujer que tiene un pequeño  teléfono inalámbrico que data de los años 30 o 40 del siglo pasado, y que muchos decían que era una viajera del tiempo, pero la realidad es más increíble, lo que esa mujer hacía con ese aparato eran pruebas de llamadas reales con teléfonos de largo alcance. No es raro ver películas donde se muestran los primeros teléfonos celulares de los 80 siendo estos unos armatostes gigantescos, y para nuestros tiempos ridículos.

Tal vez mucha gente no sabe que a la par de los autos de combustión interna se inventaron los autos eléctricos y estos siempre fueron más limpios y muchos más económicos en su mantenimiento que los de uso de gasolina. Incluso en los 90s se inventó un auto eléctrico que requería una carga mínima y que no costaba cargar más que cualquier electrodoméstico común, pero hubo un boicot generalizado por las compañías petroleras, he inclusive se penalizó a quien lo tuviera o comercializará con el. El documental de este maravilloso auto y de cómo fue destruido  se puede ver aún en YouTube.

Ya no es secreto que la obsolescencia tecnológica es una costumbre vil en cualquier aparato electrónico de consumo masivo,y que ese método de hacer dinero fácil  es la clave de que estemos padeciendo una gran contaminación en océanos y aire. Ese mismo modelo de negocio es el que nos a metido en esa dosificación a cuenta gotas de la tecnología que empezó con las videocaseteras Betamax  que fueron sustituidas por una

tecnología más obsoleta, grande y estorbosa que fueron las VHS.

Nicola Tesla invento no sólo la distribución de imágenes y videos de forma inalámbrica como lo hacemos de manera tan común en nuestros días, también inventó la retransmisión de electricidad sin cables, pudiendo en sus demostraciones iluminar campos completos de bombillas incandescentes a kilómetros de distancia gracias a su torre de alimentación de energía electrostática y eso en 1900 ¡increíble no!.

¿Qué hay actualmente? Bueno pues actualmente existen aparatos eléctricos que funcionan sin necesidad de carga eléctrica, ya que estos se cargan con la energía producida al caminar es decir con energía cinética o por el calor del cuerpo humano, como algunos relojes de muy alto precio.

Existen drones que son para uso militar que son del tamaño de insectos que pueden estar en el aire por días trasmitiendo información si necesidad de carga, ya que estos alimentan sus baterías  mediante el sol o incluso con la energía electrostática.

Pantallas trasparentes que existen hace unos diez años con memoria ilimitada o pantallas plegables tan delgadas como una hoja de papel.

Ya no se diga los grandes avances en inteligencia artificial siendo que hace unos años esas inteligencias sobrepasaron el test de Turing y ahora mismo algunas inteligencias virtuales son indistinguibles de un humano en una plática por teléfono.

Exoesqueletos mecánicos que ayudarían en mucho la fuerza laboral, membranas de invisibilidad que ayudarían en mucho la seguridad y la medicina, drones autónomos y demás maravillas que son una realidad hace más de dos décadas, se nos han negado por lo menos unos 30 años más, simplemente porque la gente es idiota y cada año exige menos en relación a lo que es capaz de invertir en tecnología, ya que cada año se da de manera sistemática un poco de tecnología extra con tal de que los clientes regresen el próximo año con ganas de una dosificación risoria de un modelo económico obsolecente.

En 2007 antes del boom que fue el IPhone y las tecnologías táctiles, yo ya leía mis libros de manera electrónica, ya escribía mis notas gracias a un lápiz táctil y podía llevar todos mis contactos, música y videos en un aparato no más ancho que un teléfono moderno, ese artilugio se llamaba PAlM y muchos de los que me rodeaban se mostraba sorprendidos cuando les comentaba que en la memoria de mi Palm, que era de apenas 1 Gb, cabían más de mil libros en formato PDF. Por cierto esta Palm contaba con un sistema operativo muy eficaz que no se congelaba, que no se tenía que estar actualizando diariamente, que no se relentizaba con cada actualización y mucho menos me espiaba en todo lo que hacía tomando control de mi cámara o de mi micrófono. 

 

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