Hace poco veía un documental muy positivo sobre las cosas que la ciencia y la gente común realiza con acciones conjuntas a sabiendas de un colapso económico y social. Se sabe que la agricultura industrializada solo está destinada a satisfacer la demanda de la industria de la carne, y solo una pequeña porción está destinada a la alimentación mundial. Los pequeños agricultores son los que satisfacen la gran demanda de alimentos que son acaparados por las grandes empresas y que son los alimentos que consumimos regularmente.
En Alemania, Holanda y en Islandia es común ver huertos públicos de los que cualquiera puede hacer uso y ofrecen frutas y legumbres que alimentan la comunidad de manera gratuita.
Se sabe que las algas marinas ofrecen una gran cantidad de nutrientes, y hay una variedad de ellas que podrían garantizar la nutrición equilibrada sin necesidad de más recursos naturales, ya que un hombre podría alimentarse solo de ellas y vivir una vida plena y normal sin desequilibrios en su salud.
Es posible que una pequeña sociedad pueda ser autosuficiente y para ello se necesita un conjunto de conocimientos básicos y no demandantes de tiempo, ni de más trabajo que una repartición equilibrada de pocos participantes pero bien organizados.
Construcción de viviendas con botellas de plástico llenas de tierra y cubiertas de adobe y la recolección de energía solar ahora más barato y mucho más eficazmente que hace una década; así como cultivos hidroponicos muy fáciles y realmente productivos que servirían para alimentar una comunidad pequeña sin mayor problema.
Si, el humano puede ser autosuficiente, renunciar a trabajos repetitivos que solo sirven para minar el espíritu creativo y la real esencia del ser humano y así terminar con la desigualdad social; el problema es cómo siempre que el sistema no sólo está impuesto en nuestra realidad de normalidad, si no que a acabado con la información necesaria para poder cuestionarlo y poder hacer de un trabajo conjunto. Somos producto perfecto de controladores sistemáticos,diseñadores de sociedades y de vidas.
La gente consumista está enfocada en cumplir sus caprichos y necesidades, ya no solamente con el fin de sobrevivir, si no de ser. El paradigma se ha complicado, porque ya no es lo que eres, te has convertido en lo que tienes y en cuanto más tengas más serás, como una representación física y social de la cúspide del mono sapiens.
Me es raro y complicado entender cómo es que mis familiares y amigos son renuentes a las explicaciones que les doy en relación de cómo funcionan sus deseos. Ese nuevo teléfono que tanto deseas es resultado de la escalvitud de mano de obra barata (muchas veces de explotación infantil) esos pantalones deslavados contaminaron ríos y acuíferos subterráneos antes de llegar a las tiendas a precios ínfimos. Cualquier grado de corrupción con tal de obtener tal o cual permiso repercute en la sociedad en una cadena que terminara con la muerte de alguno de tus cércanos consecuencia de la cadena de acontecimientos que le suceden. Sin embargo a nadie le importa, porque lo interesante será pagar un teléfono que cuesta en producción 100 dólares pero que es comercializado en $800, solo porque un precio alto es inclusive más atractivo que uno barato, por que la psicología humana entiende que es de más calidad solo por ser más caro. Como explicarle a una persona que un auto en cuanto sale de la agencia se devalúa 30% de su valor pero eso no importa, lo que importa es ese olor a automóvil nuevo que estimula las neuronas y ofrece una gratificación extra.
Si la humanidad renunciará a su egoísmo y sus adicciones, que se le han ido sembrando por todos lados, mediante la música, el cine, el teatro, la literatura, las redes sociales y la más peligrosa la televisión, podría darse cuenta de que se puede salir de esa vorágine de excesos en los que se ha inmerso y que lo mantienen esclavo de adicciones,consumo y estupideces que le nublan el juicio, para poder así por fin realmente cuestionar su lugar en el mundo y su momento presente.
Pequeñas poblaciones en el mundo están demostrando que se puede renunciar al sistema, que aún hay esperanza de poder rectificar el camino equivocado que por siglos hemos seguido ciegamente, que aún es posible revertir los daños ecológicos, culturales y sociales que hemos permitido y contribuido por satisfacer placeres y caprichos vanos. Solo es cuestión de hacer repercutir información precisa que mueva un poco los engranes de mentes dormidas y manipuladas que no saben siquiera que están siendo escalvizados por sus propios deseos de prosperidad y felicidad ficticia.
armando_ vega@icloud.com
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