martes, julio 25, 2023

compite primate o se un fanatico griton

 


La competencia es el arte de engañar a como de lugar, al tiempo, a una marca, a un contrincante, mediante absurdas reglas que no tienen mas sentido que darle parámetros pendejos, que todos medianamente respeten o que escondan en trampas muy sutiles que te les den ventajas. Hay en las competencias de bicicletas motores cada vez mas pequeños que le dan una ventaja de un 10 a un 20% sobre otro competidor, que lo mas seguro es que tenga drogas anabolizantes que le den una ventaja de 500% sobre los demás competidores.

El el fisicoculturismo que es la farsa o la competencia mas absurda de todas porque se supone que hacen test antidoping para comprobar que los atletas no usan esteroides, cuando en la realidad todos saben, que absolutamente todos usan drogas esteroides anabólicos. Incluso en las entrevistas de antiguos competidores de esta disciplina hablan abiertamente de sus ciclos de drogas que usaban indiscriminadamente.

Dentro de esa absurda competencia, veía a mis compañeros de trabajo, entrenadores y strippers, preparase de manera absolutamente insana y en la día de la competencia, verlos sin energía, mareados y además pintados, con tintes que les dan una apariencia de pollo marinado a las finas yerbas.

Además de la cantidad enorme de proteína y de esteroides, se someten a un proceso de deshidratación muy peligrosa, que es la que le ha causado la muerte a mas de uno, antes o después de dicha farsa, y lo digo así con todas sus letras FARSA, porque unos días después, toda esa puesta en forma se va a la basura y se ven hinchados y toda esa definición muscular ganada con horas de ejercicio cardiovascular queda solamente en el estrado, en las fotos y posteriormente en el olvido.

Se preparan todo un periodo de sufrimiento de uno o dos años para unos segundos de gloria, que califican unos gordos que tienen intereses económicos y muchas de las veces favoritismos corruptos.

Como entrenador y como practicante de ese deporte me he preparado para la vida y he preparado a la gente, jamas para competir, pero si para ser funcional y sobre todo para tener un estilo de vida saludable.

No existe ninguna forma de competencia, ni conmigo ni con nadie, es el resultado causa efecto de una filosofía de vida, que debe de tener un resultado obvio, 1 mas 1 es= 2

Es claro que aparentar, que engañar, que estafar es la clave para ser por unos segundos de vida ser famoso, ser ese wey que es de influencia para otros, es el que monetiza, es el que destaca, y por lo tanto, si tiene éxito en sus tretas, logra el reconocimiento social y además la estabilidad económica.

Veía uno de esos estafadores sociales que tiene un cuerpo de escultura griega, que tiene unas camionetas gigantes, cadenas de oro, mujeres y siempre feliz, siempre sonriente, lleno de fans, de patrocinadores, pero después veía a ese mismo influenciador y competidor quebrarse completamente en su estado emocional, con tendencias suicidas y con daños en la mayoría de sus órganos internos, sufriendo enfermedades crónico degenerativas, causa de su farsante forma de vivir. Lo mas interesante es que esas crisis fueron ventiladas por sus amigos otros pendejos como el, que con toda la envidia le tiraban tierra, con tal de ser ellos los que ocuparan su lugar en ese pedestal de mierda, que todos eso animales anhelan. Pero en esas crisis, el susodicho personaje simplemente abandono sus publicaciones y cuando ya se sintió mejor regreso a su pantomima, como si nada hubiera pasado realmente.

La competencia obviamente es una necesidad humana es una necesidad evolutiva completamente instintiva y animal, todo el tiempo estamos compitiendo, contra otros y hasta contra nosotros mismos, y sobre todo, admiramos y queremos copiar a aquellos que compiten mas duro que todos los demás. Eso queda entendido como animales sociales que somos, pero la inteligencia que nos debería caracterizar es la que debería darnos el entendimiento de que podemos salar esa orden genética mediante el razonamiento mediante la mente crítica y objetiva para darnos cuenta de que la farsa de la competencia normalmente solo beneficia a quien pueda explorarlo económicamente. Por casualidad veía el tour de Francia, que esta demostrado que es una serie de atletas dopados con bicicletas modificadas, que acaparan, como nada en Europa, la atención de la gente, que como micos eufóricos saltan de emoción al ver un wey en bicicleta con sus licras de colores.

No participo de la competencia, no la entiendo en su contexto de fanático ni en sus lógica de esparcimiento.

Llevar una vida de conocimiento mediante la lectura aplicada a la reflexión para aumentar la capacidad intelectual y la capacidad de asombro, no es una competencia, es una necesidad de descubrimiento personal, que tiene como efecto una mente mucho mas abierta a diferentes formas de ángulos de visón.

Llevar una vida de entrenamiento funcional no es la necesidad de andar mostrado las fotos de mi abdomen o de mis nalgas, ni de si es la situación, matarme de hambre con dietas absurdas para dar resultados antinaturales, es la única forma de ser un ser humano equilibrado, fuerte, con una flexibilidad asombrosa y un cuerpo y mente equilibrado. El entrenamiento se vuelve una herramienta para conseguirlo, pero ¿Dónde queda la competencia? Si lo que hago solo es una inercia, que tiene como dirección un resultado claro, una mejor versión de mí mismo, porque no existe nadie con mis ideales, mi sueños y mis ganas de ser, entonces ¿Cómo puedo competir con alguien? si como ser humanos somos únicos, y la huella que dejamos, además de ser intrascendente es irrepetible.

Si, los animales deben y necesitan competir. Si, las mentes débiles deben y necesitan reforzar su auto estima con medallas trofeos y reconocimientos.

Pero aun, los pobres que ni compiten, ni pueden hacer nada por su naturaleza de primate, solo les queda ser un fanático, un seguidor, un pobre perdedor que admire sus logros deportivos desde un triste sillón o la butaca de un estadio. 

 

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