lunes, agosto 07, 2023

No merecen ni mi corazón

 


Cuando Nicola Tesla quiso cambiar el mundo con su ideas revolucionarias se encontró con el miedo y la ignorancia del mono sapiens, que es tan estúpido que todo lo que represente un nuevo paradigma en su entorno le causa terror, de haber tenido una mente mas receptiva, para tan alto nivel de genio, hubiéramos adelantado todo lo que somos en 1000 años, además de que la tecnología verdaderamente limpia y gratuita que ideo ese genio, nos hubiera salvado del desastre ecológico que vivimos actualmente.

Lo mismo paso con genios musicales como Motzar, Juventino Rosas, un grupo mexicano extraordinario Viuda Negra o mi talentoso amigo Eduardo Ulloa  y así una larga lista de personas que quedaran en el olvido, porque no fue su tiempo, ni fue el publico receptivo el que en esa época ellos merecían. 

La mayoría de los genios olvidados como pasa muchas veces, tienen que buscar otros horizontes, otras tierras, otras formas de encontrar la resonancia que su talento requiere, y muchas de las veces, ese talento se va perdiendo por la misma falta de apoyo y de trabajo.

Es cansado cuando naces en un tiempo que no es el tuyo, cuando tienes tanto talento, pero que no hay ninguna forma de desarrollarlo, simplemente porque tu obra no tiene cabida ni resonancia.

Hay gente que probó el éxito pero después este se le niega y tiene que vivir con el peso de lo que vivió, de lo que fue y se extinguió, sin poder hacer nada al respecto. Hay genios que después de siglos son redescubiertos y se les pone en pedestales, siendo que en su tiempo se les tomo como locos peligrosos, como Sócrates, el mitológico Jesucristo  o Vincent Van Gogh.

Pero estos miserables merecen nada, ¿en cuantos países y lugares fui no solo necesario, mas que indispensable para el desarrollo de proyectos? pero ahora mismo no veo razón para darles nada de mi fuerza creativa ni laboral a estos ciegos de vida y amor. Y así pasa con todos aquellos que ven como los mediocres triunfan, que ven como la gente prefiere lo barato, lo chafa, lo corriente, lo cutre, lo insignificante. Pero con su pan se lo coman.

Siempre serán ellos los que pierden mas, por ciegos, por pendejos, mientras que los que somos creativos y con nuestro talento modelamos nuestra realidad pasaremos sin la atención de las masas, ni el aliento a seguir siendo fieles a nuestra labor.

Si a mi tío Gabriel el gran pintor y escultor de mi familia, le hubieran dado la atención requerida, el mundo hubiera ganado todo, pero al dejarlo apagarse en un triste puesto ambulante de ropa barata, se perdió todo un mundo de sensaciones y emociones.

¿Cuántos los que ha tenido que renunciar a su sueños por el hambre y la necesidad? Y es que yo no estoy en contra de buscar vida más allá de nuestro planeta mediante experimentos de miles de millones que la ciencia gasta, pero estamos dejando morir a miles de matemáticos, artistas y genios, que tienen que andar robando en las carreteras, que tienen que estar emigrando para hacer el trabajo de esclavos que el sistema requiere, simplemente porque esos millones jamas serán destinados a sacar de la ignorancia y la miseria a los países oprimidos.

El mundo pierde, como cuando quemaron la biblioteca de Alejandría, por miedo, por recelo, porque la superstición le gano a la ciencia, y así, quedamos atrasados milenios, por no estar listos para entender que en el ingenio humano conjunto esta la respuesta a todas la necesidades que nos falta por cubrir.

Si John Lennon le hubiera hecho caso a sus profesores de que no soñara, de que con la música no se gana dinero, el mundo hubiera tenido un mal mesero mas o un mediocre taxista, pero lo habría perdido todo a cambio.

Pero de todos modos, aun cuando Beethoven veía que la gente acudía en masa a sus recitales, sabia que solo era gente ignorante que buscaba el entretenimiento y la emoción, pero que nadie entendería una sola nota de su sensibilidad.

Cuantas veces vi en los conciertos de Silvio Rodríguez, gente que solo quería escuchar la misma canción de siempre y ver a un pobre tipo desgastado de cantarla por milésima vez, para complacer a el resultado de ver cumplido su sueño de haber sido escuchado.

Realmente entiendo a todos aquellos genios que terminan quemando su obra antes de morir o dejando de seguir la voz de la inspiración, simplemente porque saben que esos simios no merecen nada en absoluto.

Estoy en paz con ello, es un alivio saberme ignorado en mis poemas, mis canciones, mis dibujos, y saber que estos escritos y reflexiones llegan a un puñado de personas, porque odiaría tener que hacer algo por compromiso o por necesidad, y peor aún, odiaría tener que abrirle mi alma a alguien que no entienda ni un ápice de la sensibilidad que por una suerte estadística le toco al nacer en el mismo tiempo que yo.

Nada se perderá porque todo es energía y la energía perdurara para siempre y me doy el lujo de ser mi propia estrella, de ser mi propio admirador, y no querer mas atención que la emoción de recibir el regalo de mi talento en la soledad de mi propio silencio.

Al ser ciegos de luz ustedes pierden todo, al ser una persona con una visión tan hermosa y compleja yo gano todo, pero el regalo es para mi y nadie mas, porque por esa misma razón, jamas donaría mis órganos, porque no existe ni un ser humano que merezca un segundo mas de vida en esa oscuridad silente y redundante que llaman existir. 

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