El ser humano inventó las reglas y las leyes con el fin de organizar mejor su convivencia, con el fin de hacer su cercanía un poco más equilibrada y con esto digo menos irrespetuosa en relación de unos con otros. Pero cuando las leyes y las reglas son opcionales para quien puede amañarlas, para quien puede saltárselas por razones políticas, económicas o abusivas, entonces la premisa principal se pierde. Darle poder a estos monos sapiens, el poder de decidir quien es culpable o quien es inocente es absolutamente irresponsable, porque su naturaleza es hacia el mal y siempre tendera hacia el.
Leía de unos casos donde la justicia llevaba siempre sus preceptos más allá de la lógica. casos como el de un hombre que fue asesinado por la seguridad de un aeropuerto por tener una enfermedad llamada esquizofrenia y al no responder a su autoridad lo inmovilizaron con descargas eléctricas hasta la muerte. Otro caso como el de un hombre que fue arrestado por cargar su teléfono en el metro de Londres acusado de robo de electricidad. Uno más, el de una pareja que fue sentenciada a dos años de prisión por hacer el sexo en una playa pública. Y muchos más casos he leído en un libro que se llama, historia de la estupidez humana, donde juzgaron a árboles, perros y mataron por así decirlo a un muerto... en numerosas ocasiones.
Vivimos en un mundo donde los servidores públicos roban indiscriminadamente sin ninguna pena o sanción, pero la falta más estúpida es reportada y castigada con todo el peso de la ley. Vivimos en un mundo donde vender drogas en las esquinas es normal pero estacionarte para dejar a tu hijo en la escuela es causa de una sanción.
Este mundo hipócrita y socarrón lleno de seres humanos falibles. Este mundo está lleno de seres sedientos de justicia y seres humanos impacientes por aplicarla, con toda la violencia posible, con toda la boca llena de pureza y dignidad.
Es imposible encontrar imparcialidad y equidad en relación a las sanciones merecidas a la humanidad, porque dentro de las reglas inventadas, todos somos presuntos culpables de todo y una mente enferma y egocéntrica como la mente humana no distingue la diferencia entre el bien y el mal.
Tengo un problema muy grande con cualquiera que enfundado en un disfraz que le otorga autoridad pretende mostrarse en control de mi vida o de mis actos, porque está demostrado que la psicología humana enloquece al tener un poco de poder sobre cualquiera. Cuando el ser humano deje de ser el estúpido mono egoísta que es, no existirán leyes, ni autoridades, porque nadie en su sano juicio le haría a otro ser humano lo que no quisiera que le hicieran a el y jamás buscaría el beneficio personal antes que el de los demás. Mientras no sea así, pueden meterse sus leyes y reglas por el culo y su justicia sólo será un requisito más en su burocracia social que cumpliré a conveniencia personal, pero nunca en relación a mis creencias ni mi ideología.
Pero no se me intérprete mal, estos estúpidos monos necesitan de esos límites, necesitan de esos castigos, de penas de muerte y demás barbaridades que se hacen y se aplican. las merecen, las requieren, porque no saben respetar, ni respetarse, por eso sus dioses son furibundos y castigadores. Yo cumplo sus reglas, pero no creo en su justicia. nunca he estado en prisión porque no haría a otro una afrenta a su derecho ajeno, no por el temor al castigo humano o divino, Simplente por tener una mente mucho más evolucionada que tu.
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