sábado, enero 07, 2017

Dejar de fomentar la estupidez


¿Es justificable hacerle creer a un niño mitos y cuentos fantásticos que limiten su intelecto con fines de crear ilusiones? Que por cierto, están más enraizadas en las propias carencias y fantasías frustradas de los propios padres y adultos.

A muchos adultos se les olvida que fueron niños, que ellos mismos creaban sus mundos de fantasía gracias a la gran capacidad de asombro y la enorme fantasía innata que ellos mismos tienen. Hay un interés muy bien sabido de la industria en fundamentar su hegemonía en la mezcla de sentimentalismos que inyectan en el subconsciente colectivo constantemente, mediante fechas encargadas por diseño como los reyes magos, Santa claus,el día del niño, el cumpleaños y así múltiples ocasiones para poder hacer el gasto obligatorio que tranquilice tu conciencia y revolotee tu corazón.

Por esas mismas tonterías que se le plantean al niño en sus corta infancia es que se crean adultos estupidos con creencias estupidas, y aunque vivimos en una sociedad de tradiciones y una cultura del realismo mágico, eso no justifica tratar a los niños como pendejos o como retrasados mentales, ojalá los adultos recordarán sus infancias y entiendan como ellos creaban sus propios mundos de fantasía con cosas simples, sin tener que recurrir a trucos baratos de mercadotecnia, que solo es un chantaje sentimentaloide que busca a toda costa sangrar tú ya muy precaria economía.

Pero así es la realidad en un país tercer mundista subdesarrollado y totalmente surrealista,que abarrota la villa de Guadalupe con la esperanza de milagros como si fueran deseos,que cree aún que un político le sacara de su miseria y que tal vez no sea corrupto, que una rosa mágica brasileña le dará salud, que un amuleto le traerá la suerte perdida, que los héroes patrios realmente existieron e hicieron tantos portentos desinteresados y honoríficos y demás fantasías que se inventa para poder vivir en esa realidad que le circunda.

La ciencia explicada con pasión es más maravillosa y mágica que cualquier cuento chino que le inventen a sus hijos, los miles de misterios del universo, del mar, de la naturaleza del cuerpo humano alimentan la fantasía y además la cultura.

 la apreciación de un mundo real que es mucho más mágico puede ser enseñado a los niños, pero sin recurrir a fantasías que le arruinen su edad adulta, donde es y será  víctima de cualquier vival que se aproveche de su anestesiada mente llena de mentiras inventadas, por la necedad de crearle un mundo que intenta alejarlo y  protegerlo de la realidad y el pensamiento crítico.                        

No hay comentarios.: