jueves, agosto 09, 2018

De nada lo se todo


Estar despierto en un mundo de dormidos es una soledad absoluta, pero no entiendas mal, no todo el que está solo está apartado o renegado, esta solo a un costado del camino viendo la competencia encarnizada del perro que intenta morderse la cola.

Estar despierto, es no tener una nación o bandera, porque se sabe o me "sé" una partícula minúscula, que parásita una bola sucia de tierra que da vueltas como loca a una estrella menor viajando a la velocidad de la luz, chocando irremediablemente  de frente con la galaxia vecina de Andromeda, en un abrir y cerrar de ojos.

Estar despierto es no necesitar trabajar en absoluto, porque no quiere contribuir o "no quiero" contribuir en nada a esta locura sistemática de prostitución, donde comercias tu tiempo al sistema, en busca de vivir, o más bien sobrevivir a medias con las migajas que recoges de lo que sobra de esa inversión de vida . 

Estar despierto, es saber, que la religión es fantasía de un dios que vigila tus pasos, tus actos y lleva registro absoluto de tu conducta, esperando en tu muerte para premiarte o castigarte, es la única escusa del humano miedoso que ni sabe qué hacer con el tiempo que tiene por vivir y busca desesperadamente un freno a sus pasiones, aunque tenga que inventar un amigo imaginario que le de sustento moral en sus momentos de flaqueza. 

Estar despierto es no necesitar un hijo o familia que como rezago evolutivo pesa sobre la causa de ser proclive a próximas generaciones, que contengan mejores genes, y con eso ser una partícula de nada en la existencia de la vida, un vehículo de información, como una memoria extraible que  sirva de conducto para una nueva forma de vida que alcance la inmortalidad, cuando encuentre la perfección.

Estar despierto, es saber que cualquier museo o bóveda de cualquier banco, no tienen el tesoro de una nube o mínimamente un rayo de sol. que todos los tesoros que el humano acumula,solo son trastos inútiles de egos inflados que buscan con ansia copiar su entorno, sin conseguirlo en mínima parte siquiera.

Estar despierto es saber que se es un ignorante, un absoluto neófito de todo, que apenas vislumbra sombras siluetas de verdad, que cree reales, y que con esas pequeñas luces de realidad quiere explicar, o quiero explicarme la vida, siendo que nunca podré con mi cerebro de primate poder entender realmente nada. 


armando_vega@icloud.com

     

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