Salario viene etimológicamente de cómo suena, de la sal que era otorgada a los trabajadores romanos, porque en esos años la sal era la especie más valiosa para la sociedad.
Actualmente la disparidad de los salarios mínimos hace que compañías extranjeras como Apple, Nike, Nissan, WW se lleven su fábricas a países pobres con el fin de pagar lo mínimo, contaminar al máximo y ganar, ganar, y ganar.
El salario mínimo se estipula en la mente de grandes economistas que buscan que países en desarrollo estén hundidos en la miseria y la ignorancia, así como la delincuencia y corrupción, ya que esa es la única manera de tener siempre mano de obra barata, y ya,con los políticos sobornados, poderse despachar libremente de la materia prima y los recursos naturales del país en cuestión. Pero además de ser técnicas antiguas que consolidaron imperios como el Persa, Otomano y el romano, eso no a cambiado en nada desde 5 mil años de comercio internacional.
Los pobres seguirán siendo pobres, pero siempre con aspiraciones y sueños de desarrollo que solo culminen en fracaso y frustración, porque por más que se esfuerzan no consiguen consolidar los sueños que los acerquen a los estándares de felicidad anhelados.
Aquí en Suiza una hora de tu tiempo como trabajador esta cotizada en 450 pesos siendo esto un salario mínimo, que comparado a México donde una hora de tu tiempo esta cotizada en 15 pesos, eso está de risa o llanto, según lo quieras ver y es claro que las condiciones de vida y precios de alimentación, trasporte y diversión están equiparadas a sus justa medida y debida inflación. Pero aun así hay casos peores, esclavos en Rusia o en China que trabajan solo por un plato de comida o las cadenas de producción de bajo coste, que son famosos por utilizar niños sin salario en su campo de trabajo, tan solo con promesas de alguna vianda o medio de subsistencia básica.
Y caso aún peores, donde ser esclavo significa simplemente sobrevivir, porque si te niegas te matan, como la industria del azúcar o el chocolate, pueblos enteros arrasados en un genocidio sustentado en la necesidad de precios más bajos y competitivos.
El dinero es una ilusión, una fantasía compartida por la sociedad,donde cada día se juega con el precio de los alimentos básicos, controlada por los grandes comerciantes y las bolsas internacionales, que suben y bajan el precio a voluntad, enfocadas a equilibrar el precio según intereses personales.
Casos como el de productores que tiran toneladas de leche al mar o café o miles de otros productos simplemente por tener un excedente,y eso afectaría sus ganancias, por lo cual la especulación es una herramienta baja y vil, peor, útil para los ricos productores que la utilizan desde que la sociedad se hizo masivamente comercial e industrial.
Digamos que quieres saber cuánto vale una manzana entonces vas al Mercado y la pesan, si el kilo está en 50 pesos y la manzana pesa 250 gramos su valor es de 12.50 es decir una hora de tu tiempo como trabajador asalariado, si le preguntas al campesino cuanto recibe por el precio de una manzana, tendrías que reducir el precio a nada, por qué sería ridícula la cifra en relación a las toneladas de manzanas que ofrece, siendo que solo recibe el precio por camión lleno o por producción total y no por el peso total del producto, y cuando no llegan a acuerdos o los especuladores quieren comprar toda la producción o nada, a precios de risa, pero que ellos comerciarán a precio de oro, teniendo el 90% de la ganancia sin haber tenido que trabajar por ello, solamente por tener la hegemonía de distribución a los mercados públicos.
Ese ejemplo se aplica para todo lo que tenga un precio en el mercado, y es lo que curiosamente mantiene la inflación en control y lo peor, es lo que da sentido y sustento a el valor de una hora de trabajo, es decir "que los productos no valen en realidad nada"tal cual el dinero, pero esa fantasía social te pone la soga al cuello en relación de cuánto vale una hora de tu tiempo, simplemente porque la gente está de acuerdo en pagar 12.50 por una manzana, que realmente como producto agrícola no vale nada. La confianza en que el dinero vale algo y que ese algo se intercambia por productos que fluctúan dependiendo la cantidad de gente que los siga consumiendo, es la verdadera raíz de la economía occidental.
Un ejemplo claro es que hay gente que puede ir a la carcel por sembrar sus propios alimentos, ya que en este mundo tranza y pendejo, hasta las semillas se registran como propiedad privada y hasta intelectual.
Un claro ejemplo de la dependencia a esta farsa generalizada es que cuando la gente empezó a poner celdas fotovoltaicas y cosechar energía proveniente del sol "que es gratuita" los gobiernos de diferentes naciones modernas empezaron a poner impuestos altísimos a algo que no pueden controlar, como la cantidad de luz que recibimos. Llego un momento que muchas ciudades, incluso lo consideran ilegal, y ya hay gente en la carcel o con deudas al gobierno, simplemente por hacer uso de tecnologías autosustetables.
Llevar frutas de un país a otro, por ejemplo una manzana, puede ser causa de prision el algunos aeropuertos, recolectar agua de lluvia o de la neblina puede llevarte a la carcel, vender frutas o legumbres cultivadas en tu hortaliza es pena de carcel en algunas naciones, desalinizacion en grandes cantidades para riego o agua potable también es delito y comer plantas silvestres o matar algún animal por hambre en ciudades industrializadas y civilizadas te puede costar tu libertad o una multa altísima.
El precio de vivir en esta sociedad civilizada, llena de falacias y fantasías compartidas, no sólo es la propia cabeza y esclavitud consentida, si no que aún, despertando de esa irracionalidad, tener que vivir con miedo de que estos monos te obliguen a vivir dentro de sus taras mentales convenidas.
El salario mínimo es para humanos mínimos. El precio de una hora de tu tiempo es invaluable, por qué una hora de tu vida es irrecuperable, y aún así agachas la cabeza con tal de seguir obtenido migajas a coste de tu propia vida y dignidad.
armando_vega@icloud.com
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