viernes, noviembre 06, 2015

Adicciones socialmente legales y festejadas



Veía una película que se llama Everest donde cientos de personas pagan más de 70,000. Dólares por ser guiados en una ruta comercial con el fin de llevar ecoturistas a la cima de esta montaña. el precio de hacer este recorrido muchas veces es la muerte, lo que lo hace más interesante.

Uno de los protagonistas decía el porque de  las razones de realizar tan difícil travesía, en sus palabras el  tenía una depresión tan grande que sólo era paliada en cuanto subía una montaña.

Estudios de neurología recientes demuestran que la mayoría de conductas extremas se deben a necesidades adictivas de sustancias que pueden catalogarse como drogas que el cerebro crea naturalmente, pero que en ocasiones el cuerpo requiere en mayor cantidad o se tiene un déficit natural y el cuerpo quiere obtener su dosis, por lo cual obliga al comportamiento a adquirir ciertas habilidades poco convencionales con el objetivo de cubrir las necesidades de esas drogas bioquímicas que sólo son adquiridas mediante esas actividades.

En el estudio refiere que inclusive la alta religiosidad y devoción genera en el cerebro un placer tan grande como el sexo, generando dopaminas y endorfinas que mantienen al cuerpo dependiente de esas conductas que dispensan las drogas necesarias para funcionar de una manera plena y realmente feliz.

 El cuerpo humano requiere de muchos procesos bioquímicos equilibrados para funcionar correctamente, cuando este equilibrio se pierde, el cuerpo busca la manera de recuperar ese equilibrio, obligando al organismo a realizar conductas que el organismo adopta como su personalidad  y creyendo que tiene albedrío, cuando realmente es esclavo de sus propias adiciones.

Mucha gente cree que las adiciones son solamente externas y dependientes de estimulantes externos que buscamos con el fin de evadirnos, y la realidad es que la búsqueda interna del concepto de felicidad es la razón escondida que utiliza el organismo para conseguir las drogas necesarias para equilibrar las deficiencias internas.

La vocación, la felicidad, el deseo, la ambición, el albedrío, el pecado, el amor  sólo son nombramientos que le damos a las adicciones que tenemos a las necesidades internas de drogas bioquímicas. Pensar fuera de esas necesidades adictivas es lo que los iluminados llaman la realidad, porque fuera de tus pensamientos manipulados hay una verdadera naturaleza, un verdadero origen.

Saber que luchas cada día por tus drogas personales puede darle más sentido a tu vida, obtener esos estímulos de manera más eficiente y saltarte conductas supersticiosas o conductas auto destructivas pueden hacer tu vida más eficiente en relación a lo que buscas y lo que obtienes de ella.

Y de manera inversa saber que todo lo que deseas sólo son órdenes que sigues de tus receptores neuronales que te obligan a hacer lo que sea necesario para solventar su adicción.

Si tu espíritu se revela contra su propia naturaleza, es posible que busques una realidad alterna, que busques hasta la opción de saber como funcionarías si controlas tus adicciones o si en un caso realmente extremo hasta las eliminas.

Imagina que llegas a una de esas juntas de adictos anónimos y te reconoces como adicto y cuando subes al estrado y das tu testimonio dices algo así: tengo un amor devocional a mi familia que consta de mi esposa y mis dos hijos, tengo un bufet jurídico donde defiendo la justicia y no descanso hasta ver que se haga lo correcto y las injusticias sean castigadas con todo el peso de la ley, corro 1 hora diariamente buscando mejorar mis tiempos así como aumentar mi tolerancia al dolor y mi resistencia física y asisto religiosamente a misa cada domingo y me pueden encontrar cada noche  rezando fervorosamente  por el bienestar del mundo. Soy adicto y dependiente de las endorfinas que generan el apego sentimental a los que considero míos, mi trabajo es altamente adrenalinico generándome picos de dopaminas además de promover la producción de testosterona que me da un carácter temerario y agresivo, la necesidad de provocarme dolor muscular, deformaciones mediante el entrenamiento me ofrece relajantes y maximizadores metabólicos que me dan confort y sensaciones tan placenteras como el consumo de opio o el sexo. la necesidad de dios crea calmantes naturales que me reducen el miedo el estrés y me consuelan en momentos de desesperanza, al parecer soy una persona productiva, sana, deportista y equilibrada en sentido social excelente, pero un adicto es un adicto y vive y actúa en relación a las órdenes que su adicción le dicte.

Con clara razón esos alcohólicos con ánimos o anónimos, tendrán un gran signo de interrogación en sus cabezas, sin saber o no entender nada del testimonio del hipotético orador, a menos de que entre esos adictos asista un científico social  o neurólogo experimental.

Toda adicción es curable siempre y cuando el enfermo en recuperación se reconozca que tienen un problema y que ubique la raíz de ese problema. Claro que cuando esas adiciones te hacen socialmente productivo y necesario, entonces no representara aparentemente un problema, a menos que te preguntes ¿como funcionarías si no fueras marioneta de tus dependencias y adicciones? Y si ese que te programaron para ser ¿Eres realmente lo que tu potencial puede ser de ti?

  

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