viernes, diciembre 18, 2015

Aprendiendo a tener más tiempo libre


Cuando me asaltaban mucho en las violentas calles de mi ciudad natal México D.F. Aprendí artes marciales para defenderme de los ladrones, y funciono, después de años de entrenamiento, aprendí a defender las míseras pertenencias que poseía. pobre de aquel que osara enfrentarme o desafiarme, tengo en las manos aún marcas de sus dientes como tatuajes de guerra que siempre cargare.

El problema fue que disfrazandome de campesino japonés y con un cinturón que cambiaba de color  según la cuota que ahora pagaba y por la cual el profesor me martirizaba con el fin de aprender las mañas de las competencias y juegos de violencia maquillada. ahora los que me robaban eran ellos, las cuotas por los seminarios, las cuantas a la federación, las cuotas por participar en sus circos romanos y cada trofeo que pagué con dinero que no tenía, fue también pagado con dolor y sacrificio que en un principio quería evitar.

Cuando aprendí que la religión era el sosiego de una alma pobre y martirizada que era la manera en que dios te ama y te da consuelo, me metí de lleno en la iglesia y sus tradiciones, era parte del coro y animaba las liturgias cada sábado y domingo, después de ensayos de 6 horas entre semana. Ahí aprendí que el padrecito en cuestión cobraba por cada misa que yo toque como músico, sin  ni siquiera el monaguillo recibiera un solo peso, sin que se nos diera aunque sea equipó para sonar menos peor, todo era por amor a un dios que recibía muy buenos dividendos y nosotros ni siquiera aplausos.

Cuando aprendí que todo era una manipulación bien orquestada, basada en mitos injustificables y conveniencias muy bien organizadas, deje de ser víctima, una más, de los abusos de la iglesia y su adoctrinamiento de oveja descarriada. Digamos que la iglesia no me dio consuelo, pero si medio muchas razones para proveerle de dinero y de demás adeptos que como soldados de dios íbamos reclutando.

Cuando aprendí que la amistad era la mejor manera de sentirte acompañado socialmente aceptado y fundamentaba el trabajo en equipo me llene de amigos, el problema fue que yo al saber tantas cosas y ser tan dispuesto siempre me utilizaban para sacar fotografías, hacer coreografías de XV años y muchos dibujos de trabajos escolares y demás trabajos que la sagrada amistad me fue imponiendo, siempre era necesario para dar un consejo, para cargar muebles o pegar pósters de propaganda de algún evento y siempre estaba ahí donde la necesidad de mi amigo me pusiera a trabajar, pero cuando yo necesite la ayuda de la gente que era mi amiga, está siempre estaba ocupada, siempre tenían algo mejor que hacer y en sus fiestas y eventos importantes siempre se les olvidad invitarme. Cuando aprendí que la amistad es el refugio de las horas vivas, no de las horas muertas, deje de ser utilizado en pos de ser socialmente aceptado y me quede sólo con mis dones y mis habilidades.

Tuve el valor de decir no a los abusos y con eso aprendí a vivir en soledad. la carga emocional del slogan publicitario "amar es dar todo lo que tienes" funciona bien en los que saben aprovecharse de ti y le buscan la conveniencia y beneficio a todo lo que pueda ser explotado con bienes personales.

En estos años he aprendido que se puede pagar un precio muy alto por sentirte seguro de ti mismo, por saberte amado por un dios o sentirte aceptado en el grupo.

 El amor se ha convertido en una moneda de cambio muy bien valuada en los corazones manipulados que estén dispuestos a dejarse succionar todo lo que sea de beneficio para un parásito que se llame tu amigo, tu dios, tu miedo, tu inseguridad, tu vanidad o tu amor.

Vivo con la libertad de decirle ratero al que es ratero, hipócrita al que es hipócrita fraudulento al estafador y mentiroso y con eso es una excelente remedio para no tener amigos, familiares, ni amores.

Los monos sapiens tienen una muy enfermiza sociedad manejada en una cadena de favores que se van cobrando según las necesidades, en relación de lo que voy a recibir. El amor y las emociones son inversiones en relación al temor, ese temor de decir la verdad por no quedarte sólo o por no caer bien  o porque tu ideología pueda ser cuestionada o debatida y con eso modificada.

Con el tiempo he aprendido a vivir con menos a desprenderme de lo innecesario, con el fin de ser más libre, más ligero. y aunque el sentimentalismo aveces me gana y requiero de esas tertulias literarias o las juergas trovadoras, esas noches de hablar con los amigos hasta la madrugada o de tener un sitio donde llegar, cuando la noche me ganaba, o de la madre amorosa que te de su bendición, si, esas emociones las extraño, pero cuando se que el precio a pagar por esos recuerdos son mucho peores que el bien obtenido, entonces abrazo mi soledad y me digo a mi mismo, estamos bien solos  y estaremos mejor en soledad.

No tengo nada, por lo tanto ya no tengo miedo a perder, no tengo a quien cuidar por lo tanto soy más libre de preocupaciones y consejos, no tengo nada que comprar por lo cual no necesito trabajo, entonces la pregunta obliga es¿Que vas a hacer con todo el tiempo de vida que ahora te sobra?

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