Hubo un tiempo en que la ciencia negó que existieran restos fósiles o que estos fueran prueba de animales extintos. La ignorancia de la comunidad científica no tenía imaginación suficiente para entender algo que se salía de sus conceptos y creencias temporales.
La ciencia a negado la existencia de otros planetas, de otros soles, de otros universos, de otras civilizaciones. La ciencia negaba que el hombre llegaría a volar y que del cielo no caían piedras como múltiples testimonios afirmaban. los griegos ya intuían pequeños seres microscópicos que ocasionaban enfermedades, haciendo que los científicos medievales se doblarán de risa y acusarán de locos los creyentes de teorías alternas.
Ahora mismo se niega la historia enterrada de miles de años en el pasado, destruida, no una si no varias veces, múltiples civilizaciones que florecieron en diferentes épocas del planeta, borradas de la historia por cataclismos que son cíclicos y que barren y destruyen todo en tiempos inmemorables y que lo más seguro es que sucederá otra vez.
Tan sólo en 50,000 mil años si la humanidad desapareciera súbitamente no quedaría rastro de nada, ni de edificios, carreteras, presas o nada, lo único que se mantendría en pie por increíble que suene serían las pirámides de Egipto, que fuera de las cifras oficiales ya tienen en pie más de 15,000 mil años y contando.
Todos los vestigios arqueológicos de ciudades megalíticas nos muestran un pasado esplendoroso, unas civilizaciones enigmáticas he impresionantes que por desconocimiento he ignorancia no alcanzamos a comprender, pero que algún día entenderemos y los libros de historia serán re escritos con teorías más cercanas a la verdad. aunque realmente nunca lleguemos a saber lo que realmente fue y sucedió en el pasado.
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