Una vez más el ser
humano demuestra su verdadera naturaleza, es decir egoísta, animal, banal,
arribista, irrespetuosa. Es necesario para este mono civilizado penas, multas,
condenas cada día más severas y aún así actúa de la manera más Neanderthal que
puede.
Gracias a los medios
sociales, el mono a encontrado con sus mañas poder conducir alcoholizado, sin
temor a morir estúpidamente sin alguna mísera consideración de los demás
conductores. porque saltándose las
reglas siente que está por encima de la inteligencia y por lo tanto más chingon
que los que obedecen las reglas.
Gracias a la
corrupción negra, cancerosa que es una rueda que nos aplastara en algún
momento, es que se puede infringir cualquier tipo de ley si se cuenta con el
poder y el dinero para pagar por la impunidad.
Una vez más lo
expongo en mi queja contra la naturaleza humana.
la ética humana no debe estar controlada por
leyes o por religiones que premien o castiguen según la falta cometida, la
ética debe de ser una reflexión del respeto y consideración de lo que el otro
significa. Por eso es que los ricos hunden tu mediocre existencia en un trabajo
improductivo para tu desarrollo humano, por eso los poderosos te meten modas,
tendencias de pensamiento que moldean tu egoísta personalidad.
Me cansó mentalmente
de las utopías que escribo. aunque como lo repito son lecciones personales que
reflexionando me orientan en mi espejo, en el que me crítico y reflejo, pero no
puedo negar que la humanidad en su conjunto es una masa estúpida que tiene los
entretenedores(mal llamados artistas) que se merece, los dirigentes que
necesita, la corrupción que alienta y los cuerpos deformes que alimenta de
basura.
Algún día cuando el
descontrol moral y social de la civilización llegue a los extremos regresaremos
a los circos romanos, a los duelos del viejo oeste y las penas civiles
merecerán pena de muerte por pequeñas que sean y es que este estúpido mono
social sólo aprende a chingadazos.
Cada muerte ocurrida
por la corrupción, imprudencia o la violencia propia de su propia especie no es
una pena, es un premio al mundo. debería hacer un brindis por que cada día se
extinguen más pendejos. Es una pena que el cigarro, el alcohol y demás drogas
maten tan lentamente.
Una vez más mi deseo
es que el ser humano no actúe por un premio o un castigo y de esa manera mida
sus actos y la consecuencia de ellos. ojalá que su actuar diario sea más
reflexivo de lo que su egoísmo le dicta o como decía Eduardo Galeano, ojalá que
todos fuéramos desobedientes ante actos que denigren o demeriten.
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