domingo, diciembre 27, 2015

Que seas feliz (carta #12)


Hay supe por las lenguas de doble filio que estas llorando por el, que estas envuelta en una tristeza que no te deja dormir, que te mantiene al vilo de una realidad que es en blanco negro, y sentí una compasión que me dobló el orgullo.

Quisiera ser el hombro que reconforté tu sentir, quisiera decirte algo que alivie tu penar aún cuando en mis momentos de penurias tu mano fue la más lejana de mis esperanzas y mis lágrimas las más mudas de tus oídos.

Supe que no encuentras el sosiego de un amor que te hace falta, y te entiendo porque es exactamente lo que siento. la asfixia que no te deja conciliar el sueño y el dolor de no poderte encontrarte en ninguna parte, que no sea cerca de sus brazos, escuchando ese latir del corazón.

Te comprendo, te entiendo y no se como, ni siquiera puedo ayudarte, aunque quisiera y aunque así, lo quiero.

Que difícil saber que la persona que más  amas (tu) está sintiendo lo que yo sentí cuando me dejaste, desvalido, abandonado a mi poca suerte. Pero aún así,quisiera que no sufrieras, ni que llorarás, ni que padecieras y en todo mi anhelo, si cumpliera mi deseo sólo quisiera verte feliz, aunque esa felicidad signifique un amor distinto al que me está enterrando en vida, un amor que te ame, que te resguarde de todo mal.

No fue tu culpa no poder sentir por mi lo que ahora sientes por el, ni es culpa de el no sentir por ti lo que yo aún siento. pero de hoy y para siempre el será mi enemigo por despreciar el amor que me tiene desahuciado desde que me dejaste. lo odio sin conocerlo por cada lágrima que lloras por el y por cada beso que te dio y  me borro de tu memoria.

Me están doliendo los besos que me diste y aún conservo, las caricias que no se borran de mi piel y el aroma de tu cuerpo tibio y sosegado en esos días de domingo y sol.

Me está doliendo tu ausencia cada mañana, cuando tengo ganas de verte al despertar y cada tarde cuando venías con el viento vespertino, el pan de la bicicleta y la canela caliente.

Si pudiera ser un sacrificio y brindar mi corazón, con gusto saltaría al vació para que no padecieras de esas penas, de esas lágrimas negras como mi vida.

Pero venos, deshilandonos sin encontrar  una respuesta, una madeja de sentimientos que se va desacordando sin un final feliz.

Ser verdugo y ser víctima de corazones ajenos, fríos y crueles que no son capaces de tener un poquito de piedad por el desvalido, por el atormentado y solitario condenado que a lo lejos sufre sin compasión.

Aunque me arrancaste el alma cuando te fuiste, no te deseo ningún dolor y hasta puedo besar con amor mis heridas por saberlas hechas por ti, que sepas que te amo tanto así, que mi mayor deseo es que aquel que te a dejado regrese a ti, simplemente porque es lo que más quieres,sueñas y deseas  tu.

 

 

 

No hay comentarios.: