Somos soledades a la deriva, que como islas, en un mar de gente, estamos en búsqueda constante de encuentros.
Querido amigo, la relaciones interpersonales son la sal y la pimienta de toda la cultura literaria y musical. Cuantos misterios no encierra el corazón y el cerebro del hombre, que la ciencia busca dar sentido.
Somos víctimas de los genes que como conductores de nuestro supuesto albedrío toman decisiones basándose solamente en la bioquímica que impulsa nuestro decidir diario.
No es el amor lo que hace que permanezcamos con nuestras compañeras de vida tantos años, porque el amor es finito; según los especialistas estas endorfinas que definen ese comportamiento, sólo tienen duración en nuestros cerebros promedio de 6 meses y se van agotando hasta que después de 2 años no queda nada más.
La psicología define a las relaciones longevas como una mezcla de compañerismo y amistad. Es una comparsa que nos mantiene calmos, nos sabemos acompañados y eso para la esencia humana es indispensable.
El problema es cuando entra en juego la posesión, el apego, los celos, miedos e inseguridades personales. Esos mitos aprendidos a raja tabla de los cuentos de Walt Disney "y vivieron felices para siempre" se nos quedan grabados en el subconsciente. Al final,sólo pretendemos;pretendemos que tenemos control, que tenemos orden, que tenemos equilibrio, cuando lo único que sostiene nuestras vidas en sano juicio es el deseo de ser felices, el deseo de que todo algún día será mejor.Por eso que la caja de Pandora que liberó todos los males y las virtudes, al final dejo la esperanza.
Que decir pues de nuestra vocación de vida, es pues¿Hacer dinero? es¿Darle a los hijos lo mejor lo que yo no tuve?¿Es sobrevivir con lo que la vida socorra? Pocas personas en el mundo descubren su talento y menos aún de esas viven de ello, pero, aún así ¿Es menester de nuestro ego despreciar tal regalo, porque este no puede ser comercializado, vendible o vitoreado? Recuerdo la necesidad de Van Gogh por pintar, por expresar, días en que no tenía un mendrugo de pan y aveces en la disyuntiva de comer o comprar pinturas, decidía comprar sus colores que daban vida a sus ideas. Recuerdo su decisión de no seguir siendo una carga para su hermano y retirándose piadosamente de este mundo, por mano propia, pero hasta el final defendió su vocación, decidió ser fiel así mismo.
Ejemplos miles, de vocaciones truncadas por entendimiento a nulos, por egos heridos. Juventino rosas gran compositor de un hit internacional"sobre las olas" infravalorado en su tiempo, Nicola Tesla el más grande de los creadores el Leonardo Da Vinci de el siglo pasado, loco y abandonado en el olvido al final de sus días. Que decir de la vocación ¿Al servicio de los hombres o al servicio de el alma? ¿Qué termina siendo el arte, entretenimiento para el vulgo o regocijo para el alma?creo que en el entendimiento se esos conceptos está la verdadera naturaleza de nuestro llamado personal, muy respetable para quien decida dejarla de lado, pero también muy inspiradora para quien lucho con todo lo que pudo y dejo huella en la historia y la cultura como sor Juana Inés o Giordano Bruno.
Somos animales conscientes, pero que cargamos genes, material genético que quiere ser inmortal y nos utiliza de transporte para pasar esa información a nuestros herederos, eso nos deslinda de la necesidad de perpetuarnos y buscar consuelo en otras bocas, en otros cuerpos.
Los valores morales nos detiene de conductas reprochables, pero nuestra naturaleza busca siempre recovecos lógicos para dar cabida a nuestras pasiones. Si el matrimonio como institución es fallida y la infidelidad como conducta inmoral es normal y hasta tolerable en nuestra sociedad ¿Que esta mal?
¿La conciencia?¿El amor?¿La lealtad?
Obviamente el ego podrá más que cualquier explicación lógica de nuestra conducta y respuesta social.
En conclusión mi buen amigo, la vida es un menester de decisiones, buenas o malas tomadas en consecuencia de nuestra perspectiva de esta, muchas veces controladas por drogas bio orgánicas que nos llevan a lo que vivimos día a día, muchas veces tomadas por la conveniencia de nuestros intereses o miedos. Al final todas esas experiencias solo son para nutrir la información cromosómica que como legado dejamos a los que son más cercanos a nosotros y que en consecuencia evolucionaran en formas de entendimiento más complejo, correcto y funcional.
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