lunes, octubre 31, 2016

Nacidos para consumir



Somos bombardeados por cientos de estímulos a donde quiera que vamos y a donde quiera que miremos o pongamos atención, el fin no es otro que el consumo ordenado en base a percepción alterada de la realidad. La adopción de sistemas de consumo que eran herramientas utilizadas como organización de las prisiones y que fueron adoptadas por las grandes cadenas de consumo, como las hamburguesas del payaso o las cafeterías de la sirena, donde es común y normal hacer una fila con tu charola para recibir tus alimentos y después comerlos de manera rápida y largarte; un sistema muy frío y sistematizado que ha tenido mucho éxito y es modelo de comercio para otros negocios similares.

¿Como adoptamos un sistema carcelario y deshumanizado como estándar de consumo mundial?  Los millones que se invierten en estímulos publicitarios enfocados a los niños y la sexualizacion de todo desde temprana edad, está enfocada en crear en la mente infantil detonantes que sean liberados en su momento justo, al tomar desiciones que creemos propias y personales. Se sabe que estos estímulos aberrantes son utilizados con sonidos que influyen al feto desde el vientre materno, con el fin de influenciar al consumista futuro o aquel en el que se convertirá.

Hemos sido adiestrados como perros desde la infancia y mucho antes, para aceptar sin crítica y sin cuestión el adoctrinamiento material y consumista, donde el lado humano, el lado creativo, el lado intuitivo ha sucumbido al egoísmo y al consumo obsolecente.

El consumo irracional recibe atención en los medios masivos de comunicación y es celebrado! como un gran logro social. Aquel que se forma tres días en una fila para obtener un teléfono que será viejo en 6 meses, es vitoreado por todo el mundo y es entrevistado como una celebridad que ha obtenido un gran logro social.

Vivimos una guerra oculta de corporativos y consorcios donde está en disputa nuestra atención, nuestros gustos y nuestra voluntad.

En México un programa nefasto que ya desapareció(claro de Televisa) fue el alimento mental de muchos niños que durante generaciones se les inculcó el consumo de comida chatarra y que  el deseo de una vida que ofrecen los patrocinadores como lo más anhelado. Liderados por un "comediante"" locutor" patético, un anciano ridículo, disfrazado de niño(Chabelo) que con su voz imitación burda de niño, alienta las marcas comerciales y alimentos chatarra, que ocasionaron los desastrosos problemas de salud actúales como obesidad y diabetes, que son las principales causas de muerte actual en México.

Aunque no lo queremos o lo deseamos, estamos intoxicados desde el utero materno,aunado a la escuela y la nefasta educación. Adoptamos un sistema que no sólo es dañino para el planeta en relación a la contaminación que este sistema ocasiona, si no también por el daño mental que estos estímulos generan en la conducta humana teniendo una repercusión directa en la búsqueda real de la felicidad y lo que aprendimos que esa palabra representa.  

Como enfermos sociales involuntarios necesitamos buscar soluciones si es que queremos ser unos buenos padres, unos buenos vecinos y unos buenos seres humanos. Debemos ser más críticos para con lo que aprendemos, para  con lo que consumimos, para con lo que hacemos. Y la crítica real surge de la información, está debe ser lo más veraz posible y de fuentes confiables, que también deben ser cotejadas, contra puestas, criticables y debatibles.

Como enfermos sociales involuntarios  es nuestra responsabilidad buscar una cura o un alto a tal ataque orquestado por los mismos gobiernos en contubernio con las industrias,  ya que ellos jamás darán una solución, porque es lo que sostiene el sistema económico actual.

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