viernes, octubre 07, 2016

Estar contigo es estar solo dos veces




Soy una estrella en tu firmamento, que aunque parece ser parte de tu trama está muy lejos de ti y él conocimiento que tengas de algo que parece cercano, pero que está tan distante, como los millones de kilómetros que separan esas distancias tan aparatosas, que abismalmente  nos separan.

Somos como esas montañas que a la distancia parecen juntas, gemelas podrías decir, pero en su constitución y su cercanía solo son  la ilusión, el espejismo vago de quien así lo contempla, porque una vez conquistada la cumbre, la brecha que separa esas moles de piedra es infranqueable.

Somos dos soledades que aún juntándolas una sobre otra, uniendo las fuerzas de sus vacíos ,siguen siendo un hueco en la totalidad de la nada; aún así permanecemos juntos por compañerismo, por miedo, por esperanza, porque algún día tengamos el valor de vernos a los ojos y así desnudos dejemos de tener vergüenza de nuestra condición humana, valida, factible pero cobarde en sus cimientos y su naturaleza misma.

No me ves, llorando en cada silencio que recibes, en esas pausas largas de preguntas que nunca has formulado. No me ves, muriendo a un lado de ti, descomponiéndome lentamente como una fruta olvidada a los pies de las raíces de el árbol que la vio nacer.

Indudablemente nacemos solos y solos en el trayecto de la vida, acompañamos nuestras soledades conjuntas, somos cómplices de nuestras necesidades sociales y víctimas de nuestros propios mal entendidos miedos, conformados por átomos que nos unen, pero ni siquiera jamás se tocan, porque de hacerlo se destruirían.¿Entonces, esa es la verdad de la vida? ser eternamente equidistantes uno de otro, por designios divinos o naturalezas caprichosas, que como presagio  maligno nos hacen pensar en lo sólido, en lo indivisible, en lo férreo,  solo espacios agrupados para dar la ilusión de conjunto, cuando en realidad somos la nada aferrada a la nada, por fuerzas que se escapan de nuestro entendimiento.

Cuando me ves parece que me miras, pero en realidad pasas de mí, cuando me escuchas parece que me atiendes, pero en realidad te atravieso sin resistencia, ni elocuencia congruente, incluso yo en mi colorida esencia, solo soy la luz qué por refracción el espectro óptico  rechaza de mi.

¿De que puedo acusarte o despreciar tu nulo entendimiento de mi naturaleza o la tuya? ¿Que podría recriminar de tu pequeño entendimiento de lo que soy en tu vida tiempo y espacio? si ni siquiera puedo comprender lo que yo soy, ni en un ápice, ni en un átomo de sabiduría que no poseo.

Que pena tan grande me conmueve  esta noche en la que me comprendo tan sólo, tan lejano de entendimiento,comprensión, altruismo y un abrazo real, que me indique que en verdad no estamos tan libres de todo, tan lejos de nada y tan solos, como la muerte y el silencio que eso conllevará.

Armando vega,en esta noche plutonica que presiente el invierno, otoño de 2016

                

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